Las especies "exóticas" que ornamentan nuestra ciudad
Aunque parezca raro, o bien extraño en Calama existen especies arbóreas consideradas "exóticas", y que ajenas la percepción de la comunidad en general, se han podido insertar en el clima y las condiciones geográficas de nuestra provincia.
Especies como el: Pino (Tamarix), Mioporo (Mioporum letum), o la Parkisonia (Parkisonia aculeata) son consideradas exóticas, y han logrado una adaptación al clima local sin problemas, y si bien no se ha determinado con exactitud el cómo llegaron a la zona, si llaman la atención de profesionales que las reconocen y se extrañan por su presencia en parques, plazas y también en sectores de la ribera del Loa.
"Lo primero es hacer una diferenciación. Exótico es que no es nativo de Chile y que han sido introducidas desde otros países. Acá en Calama tenemos especies consideradas exóticas como el mioporo (de Oceanía), el tamarix y que la gente acá lo llama "pino", y que es originario del norte de África y del sur de Europa", precisa el ingeniero forestal de Conaf Boris Burgos, sobre algunas especies que están instaladas en flora local.
Además, el profesional comentó que si existe flora nativa como el caso del algarrobo, el pimiento y flora que abunda en las riberas del río Loa como la llamada: "Chilca", la "cola de zorro", la grama salada, y la brea, y que son menospreciadas, en algunos casos, pero que son parte importante del ecosistema local.
Burgos aclara también, que las especies acá insertadas han respondido muy bien al entorno donde fueron ubicadas, y como prueba de ello en la Plaza 23 de Marzo, existen ejemplares que crecen robustos y florecientes como el caso de la casuarina (Casuarina equisetifolia) o el Olmo (Ulmus sp) que adornan las aceras frente al Colegio Nuestra Señora Guadalupe de Ayquina.
Aún cuando no sea propia de estas latitudes, existe el caso de la "Queñua", una de las especies arbóreas que se encuentra en la localidad de Ollagüe, y es una de las que crece a mayor altitud (sobre el nivel del mar), y que se concentra fuertemente en esa localidad.
Boris Burgos aclaró también que en nuestra provincia no existen bosques nativos, y que las 400 hectáreas que quedan en el sector de el Tambillo por ejemplo, es parte de una arborización hecha por la Corfo en la década de los 70, y que se trata además de una iniciativa que en su momento tuvo un área mayor a la que hoy se puede apreciar.
Entre árboles y plantas, y pese al desconocimiento popular de su flora, Calama cuenta con especies que se han adaptado y que se insertaron exitosamente en esta parte del país, sin que intervinieran el ecosistema, y tampoco generando riesgos a este.