El Hospital de Calama vive una compleja situación que ya no resiste más espera y se requieren acciones.
El problema está entrampado debido a que no hay claridad sobre cuándo estará terminado el nuevo recinto asistencial, lo que inquieta al personal del centro asistencial.
La salud pública, pese a todos los esfuerzos, sigue en crisis y Calama no es la excepción. El éxodo de médicos es una demostración clara que el sistema no parece funcionar sincronizadamente, principalmente en regiones, y como señala el Colegio Médico, no hay un plan macro para revertir esta situación.
A nivel local, la falta de especialistas sigue siendo un dolor de cabeza, la carencia de incentivos para atraer más médicos no está funcionando, el hospital no está capacitado para atenciones más complejas y la demora que tendrá la reanudación de las obras del nuevo hospital en construcción está desmotivando al personal.
Se suma a ello que la población que utiliza el servicio no está recibiendo una salud digna y de calidad.
En definitiva los reclamos son porque las condiciones del actual Hospital de Calama no son óptimas y será uno de los desafíos que deberá resolver la nueva administración de Salud.
La alta demanda que tiene este recinto asistencial intensifica los problemas al interior del recinto que ya está colapsado y no cuenta con las comodidades para atender a la población.
El personal del recinto asistencial, hace grandes esfuerzos para suplir las carencias y dar la atención requerida, pero claramente se nota un cansancio y desazón por parte del personal que resiste esta situación.
Hay que recordar que en los últimos meses el centro asistencial ha sufrido algunas emergencias como la emanación de gases anestésicos, problemas en la unidad pediátrica y otras complicaciones por la antigüedad del edificio.
El problema está entrampado producto que no hay claridad sobre cuándo estará terminado el nuevo recinto asistencial, y tampoco se ha dado prioridad para resolver las necesidades que tiene el viejo recinto.
El nuevo gobierno debe resolver a la brevedad el problema de la paralización de las obras del Hospital en construcción de Calama y poder así dar una solución al drama que se vive en el viejo recinto, junto con asegurar un mejor oferta de salud para El Loa.