Finalmente, todo sigue en incertidumbre. Después de una conversación telefónica entre el presidente de la comisión de fútbol, Augusto González y el entrenador argentino -y figura emblemática del Cobreloa a fines de los 80-, Marcelo Trobbiani, los integrantes de la sociedad anónima votaron a favor del arribo del trasandino, quien aparecía como la carta segura para firmar la próxima semana.
Trobbiani, quien ya fue el estratego loíno en el año 2008 llegaría junto al preparador físico Héctor Passi y trabajaría además con parte del staff técnico del club, entre ellos, el actual DT interino, César Bravo como ayudante de campo. Pablo Trobbiani será el segundo ayudante en la banca.
Augusto González afirmó que "una vez realizado el contacto con Trobbiani, se envió los antecedentes a cada uno de los miembros de la sociedad anónima para que pudiesen decidir y aportar ideas".
Y allí, la elección de Luis Astorga, Mauricio Castillo, Patricio Contreras, Jorge Segovia, Mario Herrera y el propio González fue a favor de traer a un técnico identificado con los colores del club, en desmedro de los otros dos nombres que quedaron en la elección final: Héctor Pinto y Jaime Pizarro, más cercanos a la historia de Universidad de Chile y Colo Colo, respectivamente.
El problema surgió en horas de la noche, cuando algunos directivos del sector opositor decidieron rechazar la llegada del ex mundialista del '86. En ese caso, la opción de un nuevo nombre surgió como la opción para dejar a toda la mesa contenta. Pero hasta ahora, ese nombre no existe y Trobbiani sigue siendo la primera opción.
El técnico trasandino comentó en una entrevista con radio FM Mundo que "en caso de que esto se concrete, tengo que viajar cuanto antes para ver el tema de los jugadores que hay y comenzar a impregnarme del grupo que hay.
De llegar, Trobbiani podría estar con la delegación en Iquique, la que será dirigida por César Bravo. El nuevo DT debutaría recién ante Colo Colo, en partido que se jugará en Antofagasta, el sábado 15 de marzo.
El ex volante de creación de la albiceleste campeona del mundo fue adiestrador del primer equipo naranja en el año 2009, proceso que para los hinchas era más que aceptable y se vio truncado por fuertes diferencias con los dirigentes, que lo llevaron a renunciar. Allí, Trobbiani reclamó por las pésimas condiciones en que jugadores jóvenes.