M añana domingo 16 de marzo, los pobladores del campamento Calameños Unidos conmemorarán un año exacto desde que tomaron la radical decisión de asentarse en lo que hoy se conoce como la toma de calle Frei Bonn, y que a 365 días de iniciada aún no cuenta con ningún tipo de avance.
Han sido meses difíciles, y que destapó en la ciudad la carencia de vivienda social que tristemente ostenta nuestra ciudad, y que según cifras proporcionadas por el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) bordearían las 4 mil 500 viviendas.
Hoy existen en Calama tres grandes tomas que indistintamente agrupan un número importante de personas que por años no han podido concretar la anhelada casa propia. El campamento Calameños Unidos agrupa un total de 250 familias, unas mil personas de las cuales 100 son niños, todas estas cifras entregadas por los pobladores al gobernador Claudio Lagos.
En tanto el sector de Lickan Tatay alberga a 60 familias, las cuales se descolgaron de la toma antes mencionada, en octubre pasado, y que son mayoritariamente indígenas que una vez abandonado el sector de Frei Bonn, se apostaron en ese punto para continuar su lucha de vivienda.
Por otra parte está la toma de la quebrada de Quetena, que de igual forma concentra a personas descolgadas de Frei Bonn, y que suma a 57 familias, conformando un total de 367 familias que se encuentran en esta lamentable situación, y bregando por acelerar llamados a postulación, gestando comités, y buscando información necesaria para postular a procesos de acceso a la vivienda social.
A un año de producida esta situación, una de las protagonistas de aquella decisión aún se encuentra en toma, pero lejos del campamento Calameños Unidos, y trabajando por organizar y de alguna forma acelerar el proceso de postulación. Se trata de Itamar Paniagua, que en septiembre del año pasado junto a 57 familias decidió abandonar el lugar y trasladarse al sector de quebrada de Quetena donde lidera a un grupo de esforzados pobladores, para lograr su objetivo.
"Recuerdo que en un comienzo todo era efervescencias. Teníamos una ilusión tremenda, teníamos ganas, y también mucha energía por tratar de superar nuestras carencias y unirnos en una causa común que nos permitiese salir adelante. Nos reunimos en la sede Número Cinco de la población Alemania, donde concordamos tomar la decisión de irnos a toma, y así comenzó todo", dice la ahora representante del Movimiento de Pobladores en Lucha (MPL).
Sea por tozudez de pobladores, o bien por la burocratización de trámites y exigencias para comités y postulantes, el tema de las tomas es un fenómeno que no a concretado avances. Prueba de ello, es que tras el pronunciamiento de la Contraloría regional, y que mantuvo al municipio y a la Gobernación Provincial enfrascada en una polémica por determinar qué entidad era la responsable por hacer efectivo el desalojo en calle Frei Bonn, y que finalmente otorgó esa tarea a la Municipalidad de Calama, la que inició acciones legales por revertir tal medida.
En esa línea también se ha podido evidenciar la poca capacidad de entendimiento, y la base para lograr acuerdos entre quienes viven esta desgraciada situación y autoridades que no han podido hallar la fórmula para lidiar con ello, más allá de los conductos generales que estable el Serviu para la postulación al hogar propio.
Por el motivo antes mencionado, el gobernador Claudio Lagos ya realizó un primer contacto con los pobladores de la toma del campamento Calameños Unidos, y advirtió que trabajará por concretar soluciones, pero sin entregar ventajas a los aquejados.
"Es menester decir que el tema de las tomas son un tema y una preocupación para nuestro gobierno, y por ello ya me he reunido con ellos. Los fui a visitar, y me recibieron muy afectuosamente para informarme de lo que allí ocurre, y para comenzar a enfocarnos en avances concretos, pero sin privilegios porque al igual que ellos, existen muchas personas que lo hacen según lo que establecido por el conducto regular del Serviu", comentó la máxima autoridad provincial.
Lagos también reconoció que el tema es complejo, y que para abordarlo ya ha acordado una reunión con el alcalde Esteban Velásquez para analizar y concretar medidas de acción en Frei Bonn, sin perjuicio de los otros dos puntos donde hoy existen tomas.
"Esta preocupación me ha llevado a solicitarle al alcalde Velásquez una reunión para analizar este tema, porque se cumplirá una año de ocupación, y creo ha pasado mucho tiempo, y para eso trabajaremos con disposición, y también con diálogo, factor que será un protagonista en este delicado tema", expresó el gobernador.
Enfrentados a un problema, a un déficit de construcción de viviendas, y a un sistema de postulación que puede demorar años en hacer llamados, existen comités que hoy buscan hallar sus propias formas de avance.
Uno de ellos es el comité Tuckar Kottar Halur, en el sector de Lickan Tatay, quien a través de su presidente Toribio Yufla, y del dirigente Guillermo López, han comenzado a batallar por contar con la documentación necesaria, generar los contactos necesarios y unirse al sistema de postulación.
"Tenemos mucha fe de logar cosas importantes, de salir adelante teniéndonos como protagonistas, y que además estamos trabajando por avanzar en nuestro sueño de casa propia, y ya nos hemos conformado como comité Tuckar Kottar Halur, para dar ese paso hacia nuestras casas. Y entendemos que esa tarea parte por nosotros, aún cuando tengamos problemas con otros habitantes de la toma", dijo Guillermo López en relación a los problemas presentados con parte de las 60 familias que allí habitan.
Lo propio han hecho los pobladores del sector de la quebrada de Quetena, y que actualmente están siendo asesorados por la Federación Nacional de Pobladores (Fenapo), y que los instó a conformar el Movimiento de Pobladores en Lucha. "Ha sido muy provechosa esta orientación que nos han entregado porque significa mucho para nosotros, y que nos ha permitido valernos por nosotros mismos, y nos ha mostrado un camino, que si bien el lento y largo, esperamos sortear y lograr ser llamados a las próximas postulaciones que haga el Serviu", confesó Itamar Paniagua.
Hoy Calama enfrenta un escenario complejo en cuanto a vivienda social se trata. Sin inversión para ello, y con terrenos que sobrepasan la media nacional en sus precios, la tarea se torna compleja para las nuevas autoridades que deberán asumir este déficit que promueve en los casos más críticos la ocupación ilegal de terrenos, y que en nuestra ciudad evidencia a unas 367 familias en esta situación, y que a un año de destapado el problema aún no presenta avances concretos, y que permitan erradicar un fenómeno que se encuentra latente en la actualidad del Loa.
"Nuestra preocupación como gobierno está con ellos, pero somos claros en que no entregaremos privilegios, pero si tendremos mucho diálogo con los afectados".
Claudio Lagos
Gobernador de El Loa