Obesidad, trastornos respiratorios y alérgicos, patologías endocrinas, cifras tensionales al límite y fundamentalmente, sobrepeso, son algunas de las enfermedades que se pesquisaron en 250 niños, entre seis y 17 años que atendió la clínica El Loa, en el marco de su programa de exámenes preventivos.
Si bien esto no escapa de la realidad epidemiológica nacional, es un hecho preocupante, pues se conjuga con la contaminación ambiental que existe en la comuna.
El director médico de la clínica, René Larraguibel, precisó que han aparecido enfermedades "que hace 20 años nos parecían sorprendentes, como por ejemplo, tanto en el hospital como en la clínica El Loa, se operan niñas menores de 15 años con patología vesicular, que antiguamente se suponía sobre los 40 años".
El facultativo recalcó que frente a este escenario es producente desarrollar una medicina preventiva y no curativa, tal como ocurre en los países desarrollados.
"Hace unos tres o cuatro años, un colegio tuvo un caso de arritmia con resultado de muerte. Estos índices nos obligan a tener una actitud activa, proactiva y adelantarnos a la aparición de enfermedades, que ponen en riesgo tanto la calidad como la vida de los pacientes", explicó.
Desde febrero que la clínica comenzó con la atención de menores y hasta la fecha llevan 250, principalmente entre los 10 y 17 años, quienes han sido sometidos a una batería de exámenes, que incluyen pruebas de laboratorio, una radiografía de tórax y un electrocardiograma, para luego ser derivados a un médico, quien además de leer estos resultados aplica una evaluación física, la que finalmente permite acceder a la certificación de aptitud.
Larraguibel precisó que esta cantidad de atendidos es sorprendente y adecuada, considerando que era una demanda que estaba insatisfecha "y que no habíamos tenido la preocupación de atender", dijo.
Agregó que los padres han sido muy conscientes de los riesgos a los que están expuestos sus hijos, "pero hay que precisar que hacer un electro no impide que un menor pueda tener un evento de arritmia, pero sí para pesquisar en la población global pacientes con mayor riesgo, con sobrepeso, con dislipidemia, con trastornos endocrinos y puedo, independiente que sea o no especialista, direccionarlo a uno para evitar riesgos mayores y mejorar la calidad de vida de la población".
Asimismo, planteó que esta acción preventiva tiene un costo asociado, incluso en términos comerciales, "porque es más interesante tratar y prevenir una enfermedad que después ver sus consecuencias. Adelantarse a patologías endocrinas como diabetes, hipertensión o a una enfermedad pulmonar crónica es hacer medicina preventiva y no curativa".
Larraguibel además de plantear lo relevante que es una buena alimentación, destacó la importancia de la actividad física, recalcando que la actitud correcta es la práctica diaria o en su defecto tres veces a la semana, pero "lamentablemente ningún programa escolar tiene al deporte como un elemento importante, siendo que es equivalente a mejorar e impedir enfermedades e infecciones".
Recalcó que todos los niños deben realizar ejercicios, pero que estos deben ser proporcionales a su capacidad física, "por ejemplo, un paciente asmático igual puede, pero con cierta limitación de esfuerzo aeróbico o anaeróbico y los con patologías cardiovasculares de acuerdo a un estándar de clasificación que le hace su médico tratante. Ningún menor está impedido de hacer actividad física".
Además, planteó que, niños sanos serán adultos mayores sanos, considerando que el promedio de vida es de 80 años, pero de seguir los patrones de enfermedades y sobrepeso, sólo serán personas con un alto riesgo de morbilidad y mortalidad. "Van a tener una población con un alto costo para el Estado y para las familias y sin duda tendrán una limitación, siendo dependientes de terceros. El futuro es oscuro si no se toman las medidas ahora".
Según argumentó Mauricio Maluenda, jefe de proyectos y control de gestión de la clínica El Loa, todos los niños de Calama podrían tener acceso a esta batería de exámenes preventivos.
"En la clínica tenemos convenio con todos los sistemas previsionales, desde Fonasa hasta isapres, mientras que para particulares tenemos un precio especial. La ventaja es que esta batería tiene un incentivo por parte de la previsión, pues también se pueden usar los seguros de los padres. El copago es mínimo, incluso hay pacientes que sólo cancelan 15 mil pesos", dijo.
Maluenda explicó que lo ventajoso de este programa es que un día se toman los exámenes y al siguiente atiende el médico. "Esto es gracias a la institucionalización de la medicina en nuestra clínica, pues tenemos un staff propio de médicos, siendo cuatro los que atienden a los niños".
Desde este año los 22 establecimientos educacionales dependientes de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Comdes) cuentan con una máquina que mide el índice de masa corporal. Según explicó el encargado extraescolar, Alfredo Navarro, los profesores de educación física tienen hasta el 21 de abril para entregar la información que se recopiló de la evaluación de todos los alumnos.
"De acuerdo a estos resultados, comenzaremos con una intervención del equipo de Salud de la Comdes en los establecimientos. Estamos planificando si será en todos o en aquellos que tengan mayor requerimiento", dijo.
Navarro precisó "que esta iniciativa es pionera a nivel nacional y surge por la problemática que está causando el sobrepeso y los malos hábitos alimenticios. Además, estamos trabajando en aumentar las actividades extraescolares y los lugares de esparcimiento para los alumnos".
"Estos índices nos obligan a tener una actividad activa, proactiva y adelantarnos a la aparición de enfermedades, que ponen en riesgo tanto la calidad como la vida de los pacientes".
René Larraguibel
Médico director
de la clínica El Loa
"Esta iniciativa es pionera a nivel nacional y surge por la problemática que está causando el sobrepeso y los malos hábitos alimenticios".
Alfredo Navarro
Encargado área
Extraescolar de la Comdes