Sismos podrían haber liberado entre 17% y 43% de la energía acumulada
Los terremotos 8.2 y 7.6 grados Richter que esta semana obligaron a la evacuación preventiva en las costas de todo el norte del país, contribuyeron a liberar energía acumulada en la zona de "silencio sísmico", pero no a un nivel que permita pensar que el riesgo ha terminado.
El geógrafo e hidrólogo Jorge Ramírez Fernández, director del Centro de Investigación y Mitigación de Catástrofes Naturales de la Universidad de Antofagasta, se dedicó las últimas horas a estimar el efecto que tuvieron tales eventos en dos escenarios posibles.
El primer escenario se basa en el supuesto que la acumulación de energía a lo largo de toda la falla (desde Ilo a Mejillones) es equivalente a un sismo 8.8 grados Richter.
Si esto es así, Ramírez calcula que el terremoto 8.2 del 1 de abril y el 7.6 del 2 abril liberaron en conjunto el 13,5% de toda la fuerza concentrada.
El segundo escenario previsto por el académico de la UA es bastante más favorable.
Jorge Ramírez explicó que si la energía acumulada es menor, por ejemplo, equivalente a un 8.5 Richter, los sismos de esta semana habrían liberado el 39,4% de todo el poder.
El especialista dijo que si se agrega a la fórmula el terremoto ocurrido en Tocopilla el 14 de noviembre de 2007 y se le asigna un valor de 4%, en el primer escenario la energía ya liberada sería de 17,5% y en el segundo llegaría al 43,4%.
Ramírez explicó que claramente el escenario dos es el más alentador, pues ya se habría producido la liberación de casi la mitad de la energía acumulada en la falla. El uno, por el contrario, implicaría que el proceso de acomodo de las placas de Nazca y Sudamericana estaría en una fase inicial.
Para graficar la diferencia entre ambos, comentó que un sismo 7.6 como el del martes "cabe" 63 veces en un terremoto 8.8 y 22 veces en un 8.5.
Lo positivo de todo esto, manifestó el académico, es que el terremoto 8.2 del 1 de abril dividió en tres partes el bloque que se encuentra trabado. De ahí que lo "esperable" a su juicio es que la energía que continúa acumulada se libere por tramos.
Agregó que este tipo de fenómenos ha sido estudiado por geólogos rusos en la región de Alaska.
"Le llaman teoría del 'key board' (teclado de computador) y significa que la fractura se produce en trozos. En algunos lugares se fracciona en ocho partes, en otras en cuatro, y yo pienso que esto puede pasar acá también, es decir, que tengamos una liberación fraccionada. El problema es que no sabemos en cuántos trozos ni en cuánto tiempo", manifestó.
Según el geógrafo es imposible anticipar el comportamiento exacto que tendrán las placas. Lo que sí consideró altamente probable es que la actividad sísmica se mantenga por varios meses.
El doctor en Sismología Pablo Salazar, de la Universidad Católica del Norte, coincide en que una liberación fraccionada de la energía es una posibilidad, pero no descarta eventos mucho mayores.
"No descartamos para nada que el evento 8.2 pueda gatillar uno más fuerte o de igual magnitud hacia el sur", señaló el experto, quien tampoco se cierra a la opción de un escenario aún peor, como sería un rompimiento completo de la falla, pasando incluso por la zona que ya se movió frente a Iquique.