Hay ejemplos en la muerte y resurrección de Cristo que son enseñanzas para toda la humanidad sin excepción.
En este relato hay una enseñanza profunda de amor y de hacernos ver que la vida de cada ser humano contiene algo más profundo que requiere ser liberada y salvada.
Aunque claramente esta es una fiesta del pueblo cristiano, la muerte y resurrección de Cristo es un hecho que trasciende a todas las personas, porque el Mesías se convierte en el salvador del mundo y el camino para reencontrarse con el creador junto a un mensaje de amor y paz para la humanidad.
Sus valores de tipo espiritual sustentan hoy casi todas las sociedades del mundo, luego que el Hijo de Dios pregonara mensajes tan potentes como la justicia, el perdón, una vida abundante y próspera que podemos alcanzar sólo viviendo y creyendo en Él.
Es así como el cristianismo se ha convertido en la religión más numerosa del mundo con un 33% de la población, seguida de los musulmanes con un 21 por ciento.
Mientras el pueblo esperaba un salvador guerrero y libertador del dominio del Imperio Romano, surge un libertador espiritual que pregona la vida eterna, la libertad a los cautivos, vista a los ciegos, anunciar las buenas nuevas a los pobres y libertad a los oprimidos.
Es decir un Rey que viene a gobernar el ser interior de los hombres, prometiendo a cambio vida abundante donde desde cuyo interior "correrán ríos de agua viva". Es decir, una libertad espiritual que traerá como consecuencia una vida dichosa, donde los problemas sociales no podrán arrebatar el gozo y paz que busca todo ser humano.
Así, las sociedades reciben sus mensajes llenos de sentimiento como: "amar al prójimo como a uno mismo", "el que esté libre de pecado lance la primera piedra", "buscad y hallareis, llamad y se os abrirá", "muchos que son los últimos serán primeros", "¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?", "No hace daño lo que entra a la boca, porque a la letrina va, sino lo que sale de ella", "No juzguéis para que no seáis juzgados", entre tantos otros mensajes que dejaban atónitos a los más eruditos.
En definitiva, valores que trasciende a una religión, con mensajes al corazón de la humanidad y que nos llevan a una reflexión profunda.