El norte tiene características geográficas y físicas únicas para desarrollar grandes proyectos energéticos.
La gran meta es que en los próximos seis años el país genere el 20 del total de la energía con sistemas renovables no convencionales que permitan bajar costos y descontaminar.
Más allá de la necesidad de contar con energías renovables y limpias, hay un compromiso país de impulsar la creación de empresas que las generen, principalmente en el norte de nuestro país, donde las mineras consumen una parte importante de la producción nacional.
En la zona se están levantando varios proyectos solares y eólicos, pero sabemos que en el mercado energético global, representa aún un mínimo porcentaje de la matriz total.
El compromiso del Estado es que el año 2020 un 20 por ciento de la energía total que produzca nuestro país sea con sistemas renovables no convencionales.
Producto de esta demanda que irá en aumento, surgen numerosas oportunidades en el mercado de las energías geotérmicas, solares y eólicas, donde se requerirá profesionales y técnicos en estas áreas.
De allí que es una gran oportunidad para los centro de estudios de la zona, poder impartir carreras afines.
En los próximos años se levantarán cientos de torres eólicas y paneles solares que generarán trabajo en la provincia, considerando que es una zona privilegiada por sus condiciones geográficas y climáticas para activar proyectos energéticos.
La tendencia mundial es avanzar drásticamente en la generación de energías limpias, dejando atrás termoeléctricas a carbón y diesel.
Las tecnologías hoy están disponibles y los costos de los materiales han bajado notoriamente, lo que hace más cercano el poder levantar masivamente proyectos energéticos limpios de gran envergadura que junto con bajar los valores de la energía ayudarán a descontaminar numerosas ciudades.
Al mismo tiempo nuestro país, y principalmente en la zona norte, debe necesariamente invertir en investigación para poder desarrollar proyectos que estén más acordes con nuestra realidad, como el caso de la energía maremotriz que prácticamente no tiene avances, pese a la gran extensión de océano que tenemos disponible.