Dos hombres de 20 años de edad fueron condenados a cumplir una pena de cinco años y un día de presidio efectivo como autores del delito de violación, el que se cometió en contra de un amigo de los imputados.
El hecho fue perpetrado el 5 de agosto del 2012 en perjuicio de un joven de 22 años.
En el juicio oral de esta causa, el fiscal Claudio Sobarzo obtuvo sentencia de condena en contra de los acusados Samuel Alejandro Cruz Castro y Diego Alexander Quezada Rojas, ambos estudiantes, a quienes el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Calama, encontró culpables del delito de violación propia en contra de la víctima a la que golpearon para concretar la violación.
Por este ilícito el tribunal loíno voto de mayoría y aplicó a los condenados la pena de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo, además de las accesorias, pena que deberá ser cumplida de manera efectiva.
De acuerdo a los hechos recabados en la investigación por los que acusó el persecutor Sobarzo, estos se comprobaron el día del ataque, el día mencionado, cerca de las 06:00 de la mañana cuando la víctima llegó junto a los acusados, luego de haber participado de una fiesta hasta el domicilio de Diego Quezada Rojas, en la villa Los Salares de esta ciudad, quedándose los tres a dormir en una pieza.
Los imputados comenzaron a forcejear con la víctima a la que le bajaron los pantalones a la fuerza y lo violaron, sufriendo la víctima lesiones en dicha área consistentes en erosiones, producto de la fuerza aplicada por los imputados para consumar el hecho. Concretado el delito la víctima fue agredida con golpes en el rostro.
En los alegatos de apertura el fiscal Sobarzo refirió el profundo daño psicológico que este hecho ha causado al joven.
Sostuvo que la víctima resultó muy afectada y siente vergüenza por lo ocurrido, por la forma como este hecho afectó a su familia, y recién ahora último ha aceptado ir a terapia.
Ambos acusados declararon en el juicio rechazando de plano los cargos, argumentando que era una invención de la víctima y que al interior del dormitorio no ocurrieron los hechos denunciados y que los exámenes médicos a los que fue sometido, no arrojaron ningún tipo de lesiones.
Estas declaraciones sin embargo no coinciden ni con el informe médico ni con el informe legista, ya que ambos detectaron lesiones en el afectado. Tampoco coinciden con el testimonio de la víctima, mantenido a lo largo del tiempo, que señala que una vez en el dormitorio fue violado por ambos amigos, y que él salió de la pieza y pidió ayuda a los padres de su amigo Diego, para llamar a Carabineros y a su familia.
El tribunal luego de valorar la prueba, en voto de mayoría, dio por acreditados tanto los hechos como la responsabilidad que afecta a los acusados, a los que reconoció la atenuante de irreprochable conducta anterior.
Rechazó eso sí asumirla como muy calificada, ya que son jóvenes, respecto de los cuales es esperable que no tengan reproche penal previo.