El tabaco y su silencioso daño
Pareciera que al final son los niños los únicos que están tomando mayor conciencia de los problemas de nuestra sociedad. Y lo decimos, porque fueron los menores de edad los que salieron a las calles para sumarse al Día Mundial Sin Fumar, fueron ellos los que manifestaron el daño que provoca a la salud, fueron ellos los que se atrevieron a levantar la voz y decir con pancartas que sólo provoca muerte.
Es cierto que el consumo de cigarrillo es legal y una decisión personal de cada persona mayor de 18 años, pero todos conocemos los estragos que provoca la inhalación del humo del tabaco y lo que es peor cada vez las personas empiezan más tempranamente a consumirlo.
De allí la importancia de que los menores tomen conciencia oportunamente del daño que provoca a la salud humana y los altos riesgos de cáncer en los consumidores habituales.
Afortunadamente los gobiernos han tomado conciencia del problema y avanzan en legislaciones para limitar los espacios de los fumadores junto con poner mayores restricciones y advertencias a los propios fumadores.
En El Loa, los índices de cáncer al pulmón son elevados y de acuerdo a lo señalado por la Corporación Nacional del Cáncer, Conac, este mal lidera el ránking de enfermedades cancerígenas en la región.
El 31 de mayo debiera ser una fecha más importante y sobre todo con mayor participación de la ciudadanía que no fuma y los que están conscientes que el cigarrillo es un mal hábito y que provoca graves daños a la salud e incluso la muerte.
Lamentablemente todas las campañas del ministerio de salud parecen no dar los resultados que se esperan y cada día se siguen sumando personas, y lo más grave, niños y adolescentes que lo comienzan a practicar como una imitación.
Cinco millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con el tabaco según la Organización Mundial de la Salud. Pero aquí no se trata tanto de morir o no morir, o de subir o no el impuesto, sino tomar conciencia de su daño.