Nos parece que cualquier actividad y sobre todo las económicas deben estar supeditada a mantener limpio el ambiente y brindar una calidad de vida que no sólo nos permita sobrevivir como lo hacemos hasta ahora, sino que apunte a mejorar nuestras condiciones.

Estamos convencidos que se nos debe dar una atención preferente, no porque seamos especiales, sino porque hasta ahora sólo recibimos de las externalidades negativas de la explotación de nuestros recursos; pero no gozamos de sus beneficios.

Por ello, nos sorprenden ciertas contradicciones entre el discurso y el hacer de nuestras autoridades. Pedimos formal y expresamente al Gobierno Regional, a través de la Seremi del Minvu el congelamiento de toda construcción en el oasis de la ciudad, como una manera de garantizar que no se siguiera devastando esta zona, altamente afectada por las intervenciones urbanas. En la oportunidad, el intendente se manifestó muy de acuerdo con la iniciativa e hizo un compromiso por su defensa.

Hemos recibido la respuesta, en la cual se rechaza nuestra propuesta y se da más bien 'luz verde' a cualquier iniciativa de construcción en esa área de la comuna. Queremos creer que la determinación se ha hecho basándose más bien en tecnicismos y no por amparar intereses particulares

Quiero recordar el mensaje de la Presidenta, quien al presentar su plan de áreas verdes para Chile, del cual extrañamente quedamos fuera, declaró la intención de su gobierno por la defensa de los espacios naturales y la no contaminación de nuestras ciudades y pueblos. Muy por el contrario, llamó a cuidar y fortalecer cada uno de esos espacios. Por ello, nos sorprende ingratamente este 'portazo en la cara'.

Estas contradicciones se remarcan aún más cuando nos enteramos recientemente, por denuncias en los medios de comunicación, que otro organismo regional continúa autorizando a privados la extracción indiscriminada de aguas del Río Loa y sus afluentes, a pesar de haber sido declarado agotado hace bastante tiempo.

El 40 por ciento de población de Calama es adulto mayor según antecedentes de la Dirección de Desarrollo Comunitario de Calama, advirtiéndose la necesidad de ofrecerles espacios para su integración y herramientas para su protección y cuidado.

Hoy, es tal el grado de preocupación por el adulto mayor que en todo el mundo se celebró recientemente el día para tomar conciencia del abuso y maltrato en la vejez.

Esta es una realidad que no se conoce tan públicamente como otros problemas sociales, pero cada día se descubren situaciones que deben preocuparnos como sociedad.

En los próximos 30 años la población tendrá un gran porcentaje de adultos mayores y se requieren de políticas más agresivas para poder alcanzar el respeto y dignidad que merece este segmento mayor de 60 años.

Uno de los problemas más graves que enfrentan los adultos mayores es el abandono y la precariedad con que viven una vez terminan su etapa laboral, lo que provoca que muchas personas sigan trabajando muchos más allá de la edad para jubilarse.

Pero otro lado, también hay que reconocer el esfuerzo del Estado por ofrecer mayores beneficios y derechos que les permita poder disfrutar intensamente esta etapa de su vida.

En Calama existen 40 agrupaciones que cobijan a los adultos mayores y reuniendo a unas 700 personas que participan de sus actividades.

En tanto, los propios adultos mayores realizan una intensa lucha contra el olvido para poder más considerados e incluidos en el entorno social de la comunidad, con espacios y oportunidades para poder expresarse.

En varias ciudades se levantan hogares que van en directa ayuda de personas vulnerables y en situación de abandono por parte de su familia.

Se debe trabajar intensamente en esta tarea para erradicar otros males que puedan librarlos de situaciones más complejas pero también reales como el abuso de sus bienes, el maltrato y el daño sicológico, y en el peor de los casos abandono total.