El norte está condenado a tener sólo calles de asfalto y con una calidad de vida que no condice con las condiciones climáticas y de alto tráfico, y difícilmente dura diez años. De esta manera constantemente estamos viendo calles en mal estado y otras llenas de hoyos producto de una mala calidad y de un deterioro producto del abuso y mal uso de estas carpetas asfálticas.

En esta oportunidad será una inversión de cinco mil millones de pesos para intervenir masivamente las calles en mal estado, con bacheo y cambio de carpetas en distintos puntos de la ciudad.

El tema del mal estado de las calles es un problema sensible que toca a toda la comunidad que se desplaza tanto en vehículos particulares como en la locomoción colectiva.

Al respecto es necesario resolver dos problemas:

Uno, la mala calidad de los asfaltos, considerando que por las calles se desplazan buses de transporte de personal de la minería, camiones, y un alto flujo vehicular constante por la ciudad.

Esto reduce drásticamente la durabilidad de los asfaltos.

Otro aspecto es la constante destrucción de los asfaltos para reparaciones o recambios de cañerías de agua, alcantarillado y otras redes que van bajo tierra. Principalmente por edificaciones nuevas que se levantan en la ciudad.

Al final estas importantes inversiones terminan durando menos de lo proyectado, porque los bacheos nunca se realizan y los eventos terminan afectando gran parte de la calzada.

El mal estado de las calles es un tema que no se sabido resolver en el tiempo y se espera que esta vez los arreglos permanezcan por más tiempo, tal como lo ha prometido el alcalde al señalar que en esta ocasión se utilizará asfalto de mejor calidad y que sean capaces de soportar las oscilaciones térmicas. y condiciones extremas que tiene la ciudad.

Lamentablemente la calidad de las calzadas y aceras es un punto con que las comunidades miden el nivel de eficiencia de sus autoridades, por lo que es clave contar con una buena urbanización.

Si asimilamos la situación de Calama a un partido de fútbol diría que partimos perdiendo y hoy con los distintos proyectos para la transformación de Calama, de terminarse bien aquellos que están en ejecución y poner en obra los que están con diseño, estaríamos recién empatando el partido.

Ya hemos visto en estos días varias notas referentes a distintos proyectos originados por distintas entidades y en distintos puntos en su ciclo de desarrollo, desde la idea hasta la obra. Vemos como el Parque Granaderos y la primera etapa del Parque Periurbano ya están tomando su forma final. También vemos como se ultiman los detalles de las megaobras Aeropuerto, la primera etapa de la Avenida Balmaceda y el nuevo Estadio Municipal. Todos proyectos importantes para el desarrollo de Calama y que sin duda vienen a cubrir parte de la deficiencia urbana que tiene una de las ciudades más pujantes de Chile.

El segundo grupo de proyectos del plan estratégico para el desarrollo de Calama, llamado Calama PLUS y que hoy están en marcha con aportes de distintas entidades, ya se encuentran en 'tierra derecha' y sus diseños finales también afinan los últimos detalles para ir por el financiamiento para su ejecución, así como lo hace también el tercer grupo de proyectos.

El Plan Urbano Sustentable de nuestra ciudad, el partido, ese que muchos ignoran o prefieren olvidar por conveniencia, está avanzando. Pero todavía quedan bastantes proyectos en carpeta, lo que implica que el partido aún no está ganado.

El Gol de Oro perfecto para lograr ponerse en ventaja está al alcance de la mano y se llama Traslado de la Línea de Ferrocarriles. Considerando que el proyecto fue priorizado por la comunidad, que tiene los estudios técnicos de respaldo, que daría origen al principal pulmón verde de Calama (Parque Balmaceda) y, pensando en que los fondos de compensación del Transantiago resultan atractivos para este tipo de proyectos y que además podría generar ahorros y sinergias interesantes con la nueva circunvalación, es un gol de antología, un golazo de penal que quedará en la retina y el inconciente colectivo de toda esa hinchada que 'le pone el hombro' al país.