Vacaciones de invierno
Patricio Canales Rojel,
Muchos padres estarán nerviosos pensando en que este fin de semana comienzan las vacaciones de invierno y se encuentran barajando opciones para poder entretener a los hijos planteándose diferentes cuestionamientos ¿Dejarlos que descansen y utilicen el tiempo libre como quieran?, ¿organizarles alguna actividad?, ¿inscribirlos en algún taller? ¿Permitirles que vean televisión o jueguen en el computador todo el día?, son algunas de las preguntas que se hacen muchos padres, el ideal para las vacaciones de invierno seria establecer una serie de actividades diarias para los menores pero sin olvidarse que se trata de un descanso que debe tener sentido desde el punto de vista educativo.
Las vacaciones buscan que el menor se relaje y conecte con otro ámbito de la vida, que deje la rutina de lado, de tener que levantarse tan temprano y de cumplir con horarios tan estrictos. La idea de este período es fortalecerse y recuperar energía para continuar con la segunda parte del año, equilibrando la entretención, el tiempo de ocio y algunas responsabilidades de manera entretenida.
La familia juega un papel fundamental. Ya que es ella la encargada de mediar día a día las actividades de sus hijos, cuando ya han ayudado en la casa con los diferentes quehaceres hogareños, lo importante es que sigan haciendo actividades para mantenerse entretenidos las que deben ser concretas y factibles, donde los niños puedan ver resultados y valorizar su trabajo.
Crear distintas actividades en la casa como, pintura, manualidades, música, carpintería, mecánica, maquillaje, juegos recreativos, juegos literarios, son fundamentales al momento de formar personas integras y creativas para nuestra sociedad, obviamente, tiene que haber flexibilidad, dependiendo de las preferencias y ganas de los menores. Sobre todo si hay días lindos, hay que aprovechar de realizar actividades al aire libre, ir al parque, andar en bicicleta, la recreación al aire libre es muy beneficiosa para los menores desde el punto de vista físico y emocional.
Visitar centros culturales, museos, bibliotecas públicas se puede transformar en una buena alternativa de recreación, pero tenemos que tener igualmente cuidado de no sobrecargarlos de actividades.