La naturaleza extrema del parque nacional Llullaillaco
preservación. Su ubicación alejada y solitaria protege a la vida silvestre.
El parque nacional Llullaillaco, con una superficie de 268 mil hectáreas, se ubica a 180 kilómetros al noreste de Taltal. Tiene una de las cumbres más altas de Chile, el volcán Llullaillaco a 6.739 metros de altura, por lo que gran parte de quienes llegan a este apartado lugar corresponden a andinistas. Si bien su acceso es gratuito, la lejanía y el clima imperante en los meses de invierno aún dificultan la llegada de turistas.
'La soledad y el alejamiento a cualquier asentamiento humano, ha permitido la viabilidad de poblaciones de fauna silvestre catalogada bajo amenaza de conservación, tales como la chinchilla andina o el suri, así como la presencia potencial de gato andino dada las condiciones de hábitat necesarias para la especie', explica Jorge Vega, administrador del parque nacional.
A través de un convenio de cooperación entre la Corporación Nacional Forestal y Minera Escondida -emplazada en el mismo territorio- se comenzó a trabajar en impulsar la investigación, conservación de la biodiversidad y desarrollo del área protegida.
'Esta proyecto tiene un fuerte componente ligado a la investigación y monitoreo de fauna silvestre centrado en establecer las medidas adecuadas de manejo para cada objeto de conservación definido. A su vez, nuestras orientaciones a mediano plazo también incluyen programas de relevamiento del patrimonio histórico cultural, flora y educación ambiental', dijo Vega.
Otra línea de trabajo busca potenciar las instalaciones existentes, como el refugio de alta montaña, a 4.200 metros de altura, lo cual también mejorará la calidad de vida de los guardaparques, que exceptuando la época de invierno, estarán de forma permanente en el parque.
También se está implementando señalética y letreros informativos dentro del recinto y se comenzaron las gestiones con Sernatur y la dirección de Vialidad, para contar con mayor indicación en las rutas aledañas al parque.
Asimismo, la Conaf está trabajando para un correcto manejo de los sitios arqueológicos de origen incaico. 'Contamos con el apoyo de investigadores, ONG´s y universidades, para reevaluar estos lugares y determinar cuáles son las medidas y cuidados que debemos tener con este patrimonio de la humanidad', señala el administrador del parque Jorge Vega.