El seremi de Educación, Juan Carlos Vega fue claro y preciso. Ningún colegio subvencionado ha pedido pasar a particular hasta la fecha, como varios de ellos los han planteado en reuniones de colegios.
Tal como la Reforma Tributaria, el proyecto de Reforma Educacional está estremecido los cimientos de un sistema que pide a grito cambios, para hacerlo más justo, más equitativo y menos abusivo con recursos estatales.
De allí que en muchos colegios de la región y el país, los establecimientos subvencionados han levantado la voz manifestando que con los propuestas que existen hasta hoy pasarán a convertirse en particulares.
Pero la realidad es que ninguno de ellos ha llegado hasta el Ministerio de Educación para hacer efectivo el cambio, mientras los apoderados quedan en la total incertidumbre de lo que vendrá con esta reforma y con el temor de que podrían tener un alza considerable en sus mensualidades por la educación de sus hijos.
Pero no olvidemos que la Reforma busca precisamente la gratuidad de toda la educación y a la vez consolidar un sistema educativo de calidad en todo orden, y claramente con el desafío mayor de poder corregir este aspecto en la educación hoy municipalizada.
No es bueno comenzar a demonizar la Reforma Educacional cuando recién comienza a gestarse,
que vivirá un largo proceso y seguramente sufrirá muchos cambios a sus ideas originales.
Los apoderados deben estar tranquilos que se buscarán los consensos para alcanzar la mejor propuesta educativa más allá de las amenazas que algunos comienzan a realizar en la previa de la Reforma Educacional.
La gran pregunta que debiera hacerse es si con los 58 mil pesos que entregará el Estado por alumno a cada colegio con el nuevo sistema de sin fines de lucro, será suficiente para financiar un establecimiento, a sus profesores y las utilidades para sus dueños, y así hacer la educación totalmente gratuita.