El Papa llama a China y Corea del Norte a entablar un diálogo con El Vaticano
diplomacia. El Sumo Pontífice trasandino busca poner fin a la tensión entre la Santa Sede y el Gobierno chino, presente desde el año 1951.
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El Papa Francisco hizo un llamado a países como China y Corea del Norte para entablar un diálogo con El Vaticano e iniciar relaciones diplomáticas, lo que allanaría el camino a la expansión del catolicismo en Asia.
'Tengo la total confianza de que los países de este continente con los que la Santa Sede no tiene aún una relación plena avancen sin vacilaciones en un diálogo que a todos beneficiará', apuntó el Pontífice en su cuarta jornada de visita a Corea del Sur ante un grupo de unos 70 obispos asiáticos en el santuario de Haemi, al oeste de Seúl.
El Vaticano no mantiene relaciones con China, Corea del Norte, Laos, Birmania, Bután y Brunei, mientras con Vietnam han empezado los primeros contactos y acuerdos en relación al nombramiento de obispos.
De hecho, el primer viaje a Asia de Francisco comenzó el miércoles pasado con un gesto muy significativo hacia el gigante asiático, con el que El Vaticano carece de lazos diplomáticos desde 1951.
El Papa envió un telegrama con sus 'mejores deseos' al Presidente chino, Xi Jinping, y a la población del país poco antes de que el avión papal sobrevolara por primera vez la potencia asiática.
El Vaticano valoró de manera positiva el hecho de que Beijing aprobara la ruta sobre su espacio aéreo, ya que en un viaje similar a Corea del Sur en 1989 el país asiático había negado esa posibilidad al Papa Juan Pablo II.
Los datos de Roma señalan que en China existen entre 8 y 12 millones de católicos, divididos entre los pertenecientes a la Iglesia oficial o 'patriótica', controlada por el Gobierno comunista, y la clandestina, en comunión con Roma y perseguida por Beijing.
Un grupo de jóvenes católicos chinos pudo asistir a la sexta Jornada de la Juventud Asiática en Corea del Sur, en la que participó el Papa, aunque a más de un centenar de fieles se les impidió cruzar la frontera debido a 'situaciones problemáticas internas', según los organizadores de la visita del Pontífice.