Declaran nulo juicio contra el funcionamiento de minicasinos
apelaciones. Duro revés contra la ofensiva legal que buscaba el cierre total de los espacios de juego. El municipio de Calama lo atribuyó a error de procedimiento.
Un revés al proceso que la municipalidad de Calama entabló contra los minicasinos, fue el que la Corte de Apelaciones de Antofagasta estableció al dejar nulo el juicio contra los dueños de estos espacios, que por segunda ocasión revierte la ofensiva legal por cerrar definitivamente los locales de tragamonedas.
La acción fue entablada por el municipio de Calama contra 14 dueños de estos locales, pero quedó nula debido a que en el proceso sólo fueron notificados ocho de los comerciantes involucrados.
'En base a que no se realizaron la totalidad de las notificaciones, la Corte de Apelaciones decidió dejar nulo el proceso, porque de los 14 afectados sólo se notificó a ocho, siendo este un error de procedimiento', precisó el asesor jurídico del municipio Franklin Muñoz.
Durante los últimos días de julio pasado el alcalde Esteban Velásquez había dicho que 'actúan sin permiso, ellos saben que actúan al margen de la ley, y por lo tanto vamos a usar todos los instrumentos que la ley nos otorga para perseguirlos, clausurarlos, porque le hacen un mal a la convivencia de la comuna de Calama ', esgrimió el jefe comunal.
Paralelo a esto, el fiscal Eduardo Peña lleva a cabo una investigación, que de manera silente trabaja en los antecedentes aportados por el municipio y sus indagatorias sobre la intención de cerrar definitivamente los controvertidos locales de tragamonedas.
Según Muñoz, 'la Corte dictaminó que se debe realizar nuevamente el procedimiento, al no haber notificado a la totalidad de los dueños de minicasinos que están trabajando en el sector centro', explicó el abogado en relación a la nulidad del proceso.
Para reiniciar la ofensiva legal, el municipio deberá notificar a la totalidad de los propietarios de minicasinos a través del Juzgado de Policía Local, y con ello reactivar el proceso, luego de que el consistorio declarara que sus operaciones estaban en 'rebeldía', debido al rompimiento de sellos que fueron colocados tras la clausura y fiscalización a estos locales, y que aún no logran cerrar definitivamente su funcionamiento, tanto en el centro, como en otros puntos de Calama.