Quiérase o no, los grandes yacimientos mineros mueven la economía del norte grande del país, y todos los demás servicios giran en torno a lo que pueda hacer este gigante productivo, tanto de la minería Estatal como privada.

Y en el caso de la provincia de El Loa, la actividad económica gira en torno a los yacimientos de Codelco, que junto con ser un importante aporte para el país, también promueve la actividad económica de la zona y es un fuerte generador de empleo. Y muchos más abajo en el ranking, se encuentran el turismo y la pequeña agricultura.

Por lo que la visita de hoy de la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados que sesionará en Calama, será importante para conocer de la realidad minera de la zona, y los permanentes temores de una considerable baja de la productividad y la empleabilidad.

Todo esto repercute lamentablemente en la actividad económica de la zona y de la ciudad de Calama.

Hay varias propuestas que surgen en torno a cómo reimpulsar la actividad en la zona minera tanto en lo inmediato como a mediano plazo.

Está claro que las mineras estatales están viviendo un proceso de cambio, que requieren bajar sus costos de productividad, pero no se debe olvidar, que también cumplen una labor social en la zona, poca o mucha, pero la realizan en reemplazo de lo que debiera hacer el Estado.

Esta es una oportunidad clave para poder determinar el futuro minero de Codelco y poder hacer las correcciones que sean necesarias por el bien de la estatal y de los miles de trabajadores que trabajan en torno a ella.

La Corporación necesita potenciar su productividad y el esfuerzo debe ser de todos los actores, junto con definir con claridad las proyecciones a futuro, de tal manera de no entorpecer la estabilidad económica del país, de mantener activa la zona y sobre todo de asegurar en el tiempo una producción suficiente por parte de las divisiones que tiene Codelco en la provincia de El Loa.

En las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta 37 mil personas trabajan en la construcción en pos de construir mejores ciudades, mejores caminos, renovada infraestructura y nuevas viviendas, y que al igual que todos los chilenos y chilenas, quisieran llegar a sus hogares sin novedad, sin ningún accidente grave o fatal que lamentar.

La seguridad en nuestro lugar de trabajo debe ser un valor intransable, traspasado a todos nuestros colaboradores con las mejores herramientas y buenas prácticas para optimizar la gestión de riesgos. Para ello, nuestro rol como gremio debe ir estrechamente vinculado con la promoción constante entre nuestros socios de una estrategia integral para ayudar a una disminución significativa de los índices de accidentabilidad, así como también la difusión continua hacia los trabajadores de la relevancia del autocuidado.

Durante el 2013, el indicador de accidentabilidad regional de las empresas socias de CChC fue de 4,49%, y para este año, la meta propuesta por la Cámara corresponde a un 2,76%. Por su parte en la zona norte los índices tienden a la baja, destacando Calama que posee la tasa más baja a nivel nacional gracias a la influencia de la industria minera.

En Chile tenemos un patrimonio reconocido incluso mundialmente por la buena calidad de su construcción, no obstante, en el sector ocurren más de ochenta accidentes por día y un accidente fatal cada ocho. Durante los primeros cinco meses de este año, en las empresas socias de CChC adheridas a la Mutual de Seguridad, se registraron 147 accidentes de distinta magnitud, lo que refuerza la alerta para que las empresas redoblen sus esfuerzos.

En Arica, Iquique, Calama y Antofagasta se encuentran conformadas Comisiones de Seguridad que funcionan de manera permanente, instancias a las que se le debe sacar el máximo provecho ya que coordinan acciones de prevención que históricamente se habían realizado en forma aislada.

Como empresario y además directivo de CChC hago un llamado especial a las empresas de nuestro sector y también a las de otros rubros para identificar aquellos procesos críticos y peligrosos y tomar todas las medidas necesarias que eviten los accidentes. Esa es nuestra responsabilidad.