Esta es una historia dada por nuestro Señor Jesucristo, en forma franca y directa, entregada a sus seguidores para enseñar sobre la dependencia y fidelidad a su Palabra y su Persona (San Juan 15:1-6).
Cuando nuestro Señor Jesús habla de una vid verdadera ¿había una falsa? La mayoría de los comentaristas bíblicos piensan que alude al pueblo de Israel y a la religión judía. Es un punto interesante a observar en la reflexión de esta enseñanza.
Cuando dice que 'quien no lleva fruto es sacado de la planta', muchos creen se refiere a Judas quien lo traicionó. Suena entonces fuerte la advertencia de andar en esta vida, fieles a Cristo y a su enseñanza; sabiendo que sin El 'nada podemos hacer' (versos 4 y 5).
La fidelidad es virtud destacada en toda la Palabra de Dios (San Mateo 25:14-30).
En los tiempos que vivimos, la fidelidad a los valores cristianos y a la enseñanza de Jesucristo es un bien escaso. Digo esto porque la sociedad ha logrado permear las enseñanzas cristianas y muchas veces nuestra ética aplicada a cada circunstancia es hedónica, relativa, utilitarista o cualquier otra de las éticas que rigen el mundo secular; y pocas veces aplicamos la ética de Cristo con todo el valor que ello conlleva.
Cuando los cristianos olvidamos u obviamos las enseñanzas de nuestro Señor olvidamos que en la ética Cristiana:
1. El juzga las intenciones del corazón y no los actos de aparente piedad.
2. El ser humano está por sobre todo valor y esto confronta la economía mundial actual, por ejemplo.
3. La cruz y el sacrificio de Cristo nos dio la salvación, esto solo por su gracia y su gran amor (Efesios 2:8).
4. Somos llamados a vivir en el amor que El nos enseñó, el amor Ágape, un amor que se da entero por los demás (1 Corintios 13).
Que nada, ni nadie nos haga cambiar u olvidar estas bases éticas del cristianismo, solo así podremos decir que andamos pegados a la Vid Verdadera y seremos fieles 'pámpanos' de Dios, que dan mucho fruto para gloria y alabanza de su Santo Nombre.