El Presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, anunció ayer la liberación de 1.200 rehenes apresados por las milicias prorrusas desde la entrada en vigor del alto al fuego el viernes pasado.
'Hemos logrado liberar a 1.200 rehenes', dijo Poroshenko, citado por los medios locales, tras su llegada a la ciudad de Mariupol (mar de Azov), sede provisional del Gobierno regional de Donetsk.
Poroshenko llegó ayer a la zona de conflicto, cuando se cumplía la cuarta jornada desde que ambos bandos acordaran en Minsk un cese de las hostilidades.
'Mariupol es Ucrania. No lo abandonaremos jamás', escribió Poroshenko en su cuenta de Twitter durante un encuentro con trabajadores de las fábricas de la ciudad.
'Haremos todo lo posible para mantener la paz, pero nos prepararemos para la defensa de nuestro país', agregó.
Mariupol fue en los últimos días el centro de los combates. Antes del anuncio del alto al fuego, las tropas del Gobierno reforzaron allí sus posiciones cuando los combatientes leales a Moscú avanzaron con vehículos blindados.
Pese a la liberación de este grupo de rehenes, Kiev sigue trabajando para asegurar la liberación de otros 863 ucranianos que siguen cautivos, afirmó Poroshenko.
A pesar de la tregua, el este ucraniano volvió ayer a ser escenario de violaciones del alto al fuego y de disparos de artillería, aunque se desconoce si hubo víctimas.
En tanto, la Unión Europea (UE) adoptó ayer nuevas y más restrictivas sanciones económicas contra Rusia por su papel en la desestabilización de Ucrania. Estas medidas entrarán en vigor 'en unos días', según informó el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Previo a esta noticia, Rusia había amenazado con tomar amplias medidas de represalia en caso de que la UE aumentara las sanciones en contra del país. Entre las posibilidades barajadas por Rusia está la de prohibir que aerolíneas occidentales sobrevuelen territorio ruso.