La dignidad e inclusión de las personas marcaron el mensaje del Te Deum
Desafío. Autoridades precisaron que la tarea es trabajar por una ciudad que entregue igualdad y sentido de arraigo.
A las 10 horas comenzó en la Catedral San Juan Bautista el tradicional Te Deum Ecuménico, que este año estuvo a cargo del administrado episcopal de la Diócesis San Juan, el padre Enrique Olivé, quien centró su mensaje en la dignidad de las personas y en la necesaria valoración de cómo las personas actúan con sus pares y en la sociedad.
'El mensaje principal es tener en cuenta la dignidad de las personas, y Jesús lo manifiesta con aquella frase de comparación, vengan benditos de mi padre, porque tuve hambre me diste de comer, tuve sed me diste de beber, estaba enfermo, preso y me visitaste, era peregrino y me acogiste. En estas palabras del evangelio vemos cómo un Dios valora a los que generalmente se consideran marginados, que no cuentan, que no valen, en cambio para Cristo sí lo tienen y él mismo se pone como uno de ellos. Por lo tanto, el que sirve al pobre, lo hace también para Jesús', explicó el padre.
Precisó que es fundamental cuestionarse, ver cómo se actúa, pues si las personas buscaran esa vía 'el mundo cambiaría, en vez de violencia habría servicio, en vez de egoísmo fraternidad, un camino que es el que precisamente nos daría la alegría de vivir'.
Respecto de qué tan cerca o alejados están los loínos de este camino, el sacerdote expresó que si bien es muy elevado y se está muy lejos de alcanzar, está satisfecho de la existencia de organizaciones de voluntariado, porque es un signo de que se está en la línea del evangelio y, por lo tanto, hay una señal de esperanza.
Autoridades
A la cita católica llegaron autoridades provinciales y comunales, además de dirigentes vecinales y de organizaciones funcionales y territoriales.
En este marco, el gobernador de El Loa, Claudio Lagos, argumentó que la homilía iba en la misma dirección que el trabajo que se propusieron como Gobierno, 'en cuanto a las reformas tributaria y a la educación, las que van en directa lucha contra la desigualdad, uno de los grandes temas que tenemos como país y en el que debemos tener unidad para combatir'.
Agregó que si bien Calama es una ciudad donde la desigualdad se vive con mayor rigor, es importante la movilidad social y 'en esto es importante lo que puede significar la reforma educacional, que el hecho de poder estudiar no signifique un costo extra en términos económicos, sino que todas las personas accedan a colegios según sus capacidades y no por sus medios'.
'En la medida que podamos ir avanzando en esa dirección vamos a tener efectivamente una ciudad más igualitaria, con las mismas oportunidades', aseveró Claudio Lagos.
Por su parte, el alcalde, Esteban Velásquez, resaltó que esta eucaristía es un medio para renovar los compromisos con la ciudad, para trabajar en terminar con la discriminación y la exclusión.
'Desde la administración municipal y de todos los sectores de la ciudad, nuestra labor es promover y provocar más solidaridad, inclusión y sentido de arraigo y pertenencia, que el trabajo que hacemos sea para todos, sin colores ni diferencias', dijo.
En tanto, manifestó que el padre Olivé 'es la voz amistosa que llama la atención con firmeza desde la Iglesia Católica, a que velemos por los vulnerables, que son el prójimo en el mensaje de Cristo. Cuando lo escucho, veo a la iglesia progresista, con sello social y me siento más orgulloso de pertenecer a ella'.