La costumbre es universal. Cuando hay algo que celebrar, un nacimiento, un matrimonio, un encuentro de amigos después de muchos años, resulta casi instintivo destapar una botella para brindar y decir: ¡salud!

El vino es una invitación a la fraternidad y al encuentro. Permite el diálogo, la comunicación y la fiesta. Saber beber tiene algo de la sabiduría ancestral de la vida. Sólo quienes comparten un sentimiento común se sientan a beber a una mesa. Quienes viven la enemistad y el desencuentro no comparten la comida o la bebida.

Esta costumbre tiene largos años. Al mismo Jesús hubo quienes lo acusaron de "comilón y bebedor". Los fariseos no podían entender que él se sentara a la mesa a comer y a beber con los pescadores. Ellos habrían preferido haciendo al Mesías penitencia en el desierto o encerrado en un convento. Les habría sido más fácil creer en él si se hubiera alejado de la vida y de la convivencia humana. ¡No lo hizo! Vivió a fondo cada segundo, cada costumbre, cada encuentro. Jesús no era un aguafiestas. Muy por el contrario. Le gustaba participar en los banquetes y comidas que le daban sus amigos o enemigos. Fue así como visitó la casa de Pedro, de Mateo y de Simón. Allí supo comer bien y brindar con la gente de su tiempo. Hasta el día antes de morir Jesús brindaba con sus discípulos por la liberación de su pueblo.

Toda la vida de Jesús está recorrida por esta actitud. Basta recordar que su primer signo milagroso fue en la boda en Caná de Galilea. Donde está el amor, allí está él. Donde están la alegría y la amistad, allí está él.

Es tal su manera de vivir y de enfrentar la vida, que Juan no tiene miedo de afirmar que Jesús, por solucionar un serio problema en esta fiesta de novios, adelantó la hora de su mesianismo. Y, motivado por María, hizo que la fiesta continuara con 600 litros de buen vino. Jesús no comprendía cómo una fiesta en que estaba casi todo el pueblo reunido podía continuar sin vino que "alegra el corazón del hombre". ¿Cómo acoger a los invitados? ¿Cómo celebrar y expresar agradecimientos y deseos de felicidad hacia el futuro? ¿Cómo podría esta pareja enfrentar después a sus amigos si no tenía con qué brindar junto a ellos?