Desafíos de la regionalización
Un director de un importante periódico está convencido de que la noticia más importante entregada por su medio fue cuando la ciudad en que tiene su casa matriz se convirtió en capital regional. Es que el proceso de regionalización ofreció grandes satisfacciones en las diferentes comunas y ciudades del país. Es cosa de recordar lo sucedido hace siete años tanto en Arica y Parinacota como en Los Ríos, cuando se crearon las regiones XIV y XV. La satisfacción de sus habitantes se contrapesó rápidamente: los mayores polos de desarrollo esperados no llegaron.
La entrega de 70 propuestas de la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización implica un interesante desafío para el Ejecutivo. La Presidenta Bachelet se comprometió a enviar un proyecto de ley durante el primer semestre de 2015 para que las regiones tengan un financiamiento más autónomo.
El primer paso dado fue con el sufragio popular de los consejeros regionales en las últimas Presidenciales y Parlamentarias; pese a que aún gran parte de los chilenos no sabe qué realiza un Core. Por lógica, lo siguiente correspondería a la votación de intendentes. Expectativa que fue incluida en los programas de gobierno de los candidatos presidenciales el 2013, y que hoy se mantiene vigente.
Sin embargo, para los entendidos en políticas públicas existe una confusión de conceptos. Mientras se aboga por un mayor regionalismo para avanzar en pro de la descentralización, la mayoría de las propuestas solo responden a una desconcentración del Estado. En términos simples, llevar la burocracia capitalina a otras ciudades.
Más allá de la semántica, existe un deseo local de fortalecer la identidad. Muchas ciudades no se han desarrollado al mismo nivel que sus actividades económicas. No es un tema de egoísmo, sino que de equidad, incluso de valor compartido.
¿A mayores autonomías, más fácil será ver en Chile deseos independentistas como Escocia, Cataluña o Flandes? Más allá de que esos casos se refieran a reivindicaciones históricas, en el país hay ciertas localidades con habitantes que "no se sienten chilenos" por la falta de apoyo del gobierno central. El desafío es llevar la descentralización y la desconcentración de la mano con la integración.