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Explosivo aumento en valor de ingreso a la Laguna Céjar

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La Comunidad Atacameña de Sólor, titular del derecho de propiedad de la Laguna Céjar y Piedra, acordó un nuevo reglamento en su sesión ordinaria del 17 de noviembre con el fin de tener un mejor resguardo de este lugar ancestral y turístico. Entre los cambios pactados se estableció subir el precio de la entrada general de 2 mil pesos a 30 mil pesos.

Si bien el pasado jueves 27 de noviembre la Comunidad de Sólor convocó a una reunión informativa a los hoteles y operadores turísticos, la asistencia fue muy baja y se originó un revuelo en el sector turístico por el cambio abrupto del precio y las razones para tomar esta decisión tan tajante.

determinación

La comunidad de Sólor emitió una declaración pública - que cuenta con el apoyo de cinco comunidades y asociaciones indígenas de la comuna - donde se explica que este reglamento que entrará en vigencia el 1 de enero de 2015 apunta a restringir el número de visitantes para efectos de lograr su adecuado control y supervisión y que, por el contrario, la medida de reglamentar y elevar las tarifas no obedece a razones económicas sino a estrictas razones de preservación del patrimonio ambiental y cultural.

Asimismo se entregan razones para este cambio de reglamentos: En los últimos años se observa que muchos visitantes no logran autoimponerse normas de respeto (…) a pesar de las indicaciones de los guardaparques. Ni tampoco se observa que los operadores logren controlar al elevado número de turistas que concurren bajo su alero.

A ello agregan que los visitantes realizan actividades que atentan a los intereses superiores de la comunidad, como por ejemplo, sumergirse en las aguas salobres con bloqueadores solares, observándose hoy una delgada capa de aceite sobre las lagunas, que los turistas comen en las aguas y en su orilla, beben alcohol o fuman, que transitan por lugares no habilitados, que se ha deteriorado el afloramiento natural de las aguas dulces, por el pisoteo excesivo de las orillas de las lagunas, aptas para pastoreo.

molestia

Entre los habitantes de San Pedro de Atacama y quienes se desempeñan en el área turística han surgido las primeras críticas a esta alza del precio de entrada. Las primeras reacciones fueron de incredulidad pero al pasar los días se entendió que esta medida sería tomada a pesar de las oposiciones.

"Es un punto turístico que se cierra a público general. A nosotros nos complica, la programación de agencia de los tour operador que ya tienen programado hasta febrero. Es bastante alto el precio. La familia chilena de cuatro o cinco integrantes para ellos prácticamente es medio sueldo", opinó Ada Layana de la Asociación de Operadores turísticos de San Pedro.

En tanto, la presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo de San Pedro de Atacama, Ada Aramayo, prefirió no referirse al tema hasta no tener una reunión con la Comunidad de Sólor, ya que a la reunión informativa del 27 de noviembre no fue invitada.

La historia tras las ruinas de los pukarás de la provincia El Loa

Tres. Estas fortificaciones preservan las características incaicas.

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No se puede contar la historia de los pukará sin remontarse a las primeras manifestaciones de ocupación del territorio en el desierto de Atacama. La presencia del hombre data de nueve mil años aproximadamente, siendo nómades y cazadores recolectores cuando la flora, fauna y el clima eran muy diferentes a lo que conocemos hoy en día.

Los sitios de caza para estos habitantes siempre estuvieron ubicados en zonas altas donde el hombre tenía dominio del territorio. En estos lugares comienzan a formarse pequeñas aldeas donde se inicia el proceso de domesticación de la tierra. Estos poblados después se transforman en grandes centros urbanos teniendo un carácter de administración y de defensa de determinadas zonas.

Pero, ¿cómo se transformaron en pukarás? Según explica el director de museos de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, Osvaldo Rojas, el concepto cambia con la extensión del imperio incaico. "Cuando llegan los incas se encuentran con estos pueblos en variadas zonas y ellos los amurallan y lo comienzan a denominar pukará o fortalezas, esto ya tenía un carácter estrictamente defensivo para consolidar el dominio inca y como administración del territorio que ocupaban", dijo Rojas.

Hay tres pukarás que se destacan en la Provincia El Loa: el de Quitor, Lasana y Turi, con historias que las hacen muy diferentes.

"En el de Turi, vemos cierto desarrollo de la metalurgia aparecen minerales en superficies que nos indican que se pudo desarrollar una economía mixta tanto dedicada a la minería, al cobre y a la agricultura y eso se evidencia en la gran cantidad de moledores en la superficie del pukará. Tuvo un desarrollo mucho mas grande que cualquiera de los otros", dijo Rojas.

Mientras que el pukará de Lasana es un centro de administración estrictamente agrícola, deducido de las observaciones de los restos arqueológicos encontrados.

El pukará de Quitor, cuenta Rojas, también era agrícola pero con un enfoque hacia lo defensivo por la posición estratégica hacia la entrada del Valle de Atacama. "Fue un centro regulador entre los grupos indígenas que habitaron otras latitudes del desierto con quienes hacían intercambios de productos".

Esta fortaleza fue muy significativo en la resistencia contra los españoles y tras los ataques fue destruida en 1540.

"En términos generales los pukará están bien conservados en razón que fueron entregados a comunidades indígenas y son ellos que conservan y resguardan estos sitios". dijo Osvaldo Rojas.