Del espíritu a la realidad
Hoy es un día que tiene un sentido y un espíritu. Un día para disfrutar con los seres queridos y de recogimiento hacia los buenos deseos, la amistad y el amor. Al menos eso es lo que entiendo sobre la significancia de hoy, a propósito de creencias religiosas que han dado origen a esta celebración.
A veces resulta triste ver que esos valores fundamentales de hacer el bien, desear lo mejor, colaborar para el éxito y bienestar de los demás, ayudar y por sobre todo desplegar felicidad en nuestro entorno, hoy casi no existe. Lamentablemente, todo fue reemplazado casi exclusivamente por comprar regalos, muchas veces sin sentido ni cariño ni plata, absurdamente solo porque hay que hacer un regalo a alguien y sin la más mínima intención de desear algo bueno a quien lo recibe.
Resulta paradójico que esta forma de ver la celebración de Navidad viene a coronar el cómo nuestra ciudad se comporta: descalificaciones, egoísmos, celos, individualismo, negatividad, rumores mal intencionados, demostraciones de poder de unos con otros y, en definitiva, una increíble dificultad para alcanzar la paz y prosperidad a causa de nosotros mismos. Nos ponemos una y otra vez barreras que nos impiden alcanzar una mejor vida y, de paso, fomentamos una ciudad dividida, una ciudad donde desaparecen personas, donde mueren niños inocentes y donde la gente no quiere vivir. Esa misma penosa división que ha reflejado el club de fútbol de nuestra ciudad.
Pensemos cómo sería si dejáramos atrás esas diferencias y avanzáramos todos hacia ese objetivo común de la ciudad que todos queremos. Se avanzaría fluidamente en proyectos, actividades, conciertos, títulos deportivos y muchos eventos culturales.
Estoy convencido que si lo hiciéramos tendríamos una ciudad distinta, llena de concurridos parques con caras alegres, con una buena imagen hacia los afuerinos y hasta con mayor productividad.
Si no logramos construir nosotros mismos una ciudad feliz, agradable y prospera, nadie va a venir a hacerlo por nosotros. Apliquemos en nuestro actuar y en nuestro entorno el verdadero espíritu por lo que hoy celebramos y tengamos una autentica Feliz Navidad y un Positivo Año 2015.