Minicasinos continúan estando en la mira de la Municipalidad loína
Las medidas para combatir la presencia de los denominados minicasinos seguirán de parte de la Municipalidad de Calama; recordar que el martes se efectuó la clausura y decomiso de las máquinas de unos de estos centros de apuestas, lo que puso la alerta a los operadores de estos centros de apuestas por validar su argumento de que estos son juegos de habilidad y no de azar.
"Se puede determinar si efectivamente son de azar, pero para eso se requiere de un peritaje de parte de la PDI que nos dirá las características de estos equipos, lo puntual, es que ayer actuamos junto a la Municipalidad en calidad de querellante por dos infracciones, la Ruptura de Sello y el delito de Juego, que está contemplado en la Ley de Casinos", explicó el fiscal Cristián Aliaga.
Además, precisó que el dueño de esta comercial será formalizado próximamente por estos hechos. La jornada de ayer se contabilizó el dinero que estaba en las 30 máquinas incautadas.
Labores
Desde la casa consistorial manifestaron que continuarán las acciones en otros tres centros de juego que han incurrido en este tipo de ilícitos, los cuales son considerados en rebeldía y que también serán fiscalizados, clausurados y sufrirán la retención de sus máquinas en una acción sorpresa.
La meta del alcalde de Calama, Esteban Velásquez, es de librar a la ciudad de la presencia de estos aparatos, que son considerados antros que poco aportan al desarrollo ciudadano y que también promueven otros vicios como la delincuencia.
"Estos locales están operando al margen de la Ley, no obstante hay algunos que se han declarado en rebeldía, rompiendo sellos y actuando sin permisos, por lo que le solicitamos al fiscal jefe Cristian Aliaga que acelerara este proceso tras las interposición de los recursos por parte del municipio", comentó el alcalde Esteban Velásquez sobre el procedimiento del lunes.
Por su parte, el fiscal Aliaga, manifestó que es sumamente complejo enfrentar o determinar la condición de juegos de habilidad que argumentan los dueños de los minicasinos, "muchos presentan certificaciones que se supone acreditan esta condición -y así no incurrirían en un delito amparado en la Ley de Juegos y Casinos-, pero de instituciones que difícilmente se pueden considerar como válidas".
Sólo en el sector centro de la comuna existen cerca de seis locales que todavía operan, pero la municipio no ha logrado cerrarlos en forma definitiva, lo que demuestra que no todo está dicho en esta situación.
Así lo manifiesta uno de los locatarios que aún se mantiene operativo y que piensa que tiene los argumentos necesarios para seguir entregando lo que considera es un servicio para la comunidad.
"Calama carece de espacios para la entretención, para muchos es muy caro ir hasta el Casino de la ciudad, prefieren jugar esos más de dos mil pesos de la entrada en estas máquinas que les dan más tiempo de diversión, acá nadie se hace más rico o más pobre con venir, nosotros entregamos la oportunidad de ganar a los más hábiles al tiempo que se divierten en una de las ciudades más tristes del país", expresó el locatario que prefirió mantenerse en el anonimato, pero que seguirá operando hasta que se lo impida la Ley y no por las acciones que presente la Municipalidad, "apelaremos llegado el momento", dijo.
Eliminar todos los minicasinos no será una tarea sencilla, van varios años de labor que todavía no tienen resultados definitivos y los locatarios no están dispuestos a ceder.