Compromisos que no se cumplen
Es sabido que las buenas intenciones por sí solas no son suficientes para lograr un objetivo. Son un componente básico pero que requieren sumar algunos factores externos necesarios para conseguir el éxito planteado y satisfacer las expectativas de los involucrados.
Este es el caso de lo que ocurre con la ampliación y remodelación de la Escuela D-48 "Presidente Balmaceda", obra que se inició en 2004 y que hasta el día de hoy está a medias.
Desde la primera paralización de los trabajos hubo voces críticas a la gestión y al modelo utilizado. Se acusó al municipio de ineficacia para supervisar el proyecto y se exigió una pronta reanudación de las obras bajo otras órdenes.
Por aquel entonces algunos se plantearon desafíos y aseguraron que concluirán la construcción. Intendentes, gobernadores, directores de Educación municipal, seremis de Educación y otras autoridades públicamente se comprometieron en sacar adelante tan ansiado proyecto, pero lamentablemente todo quedó en las buenas intenciones y hasta hoy, a más de 10 años, el edificio sigue a medio terminar sin que exista una solución concreta y acotada en el tiempo.
Lo último que se informó es que las autoridades regionales luego verificar en terreno el estado de la construcción, comprobaron que hay un daño importante, pero que sólo se puede determinar con un estudio de ingeniería, el que debe ser contratado a la brevedad.
Una vez concluido y ya con los recursos aprobados se iniciará la licitación para adjudicar las obras. Proceso que debe ser estricto para asegurar que la empresa adjudicataria cumplirá las exigencias y con los tiempos pactados.
El intendente Valentín Volta se fijó un plazo de dos años para completar las obras que permitirán que el establecimiento entre al régimen de Jornada Escolar Completa (JEC), respondiendo de esta manera a las actuales exigencias educativas.
La comunidad espera que esta vez los plazos se cumplan y que no todo quede en sólo buenas intenciones como otras tantas veces.