Condenaron a joyero loíno por apropiación indebida
delitos . El imputado trabajaba en el local "Ópalo" del pasaje municipal. Tendrá reclusión domiciliaria por 382 días, y utilizará el sistema telemático.
A 382 días de reclusión domiciliaria nocturna con el sistema telemático fue condenado Sergio Quintana Parra, quien fue declarado culpable como autor del delito de apropiación indebida de dinero y joyas.
La sentencia fue dictada por el Tribunal de Juicio en lo Penal de Calama, organismo que además le fijó una multa de 10 UTM en beneficio fiscal.
El ente persecutor logró acreditar en el juicio la participación del acusado en tres casos, indicando mediante pruebas y la versión de tres afectados, quienes llegaron hasta la joyería a realizar reparaciones y trabajos con sus alhajas.
El imputado recibió tres penas, de las que dos de ellas fueron de 45 días de reclusión y una multa de tres UTM cada una.
En el tercer caso recibió una condena de 300 días y una multa de cuatro UTM, lo que hace un total de 382 días y 10 UTM.
De acuerdo a los antecedentes, el condenado, quien trabaja en la joyería Ópalo, ubicada en el pasaje municipal, pedía un abono por los trabajos a realizar y nunca devolvió las joyas y el dinero recibido.
Denuncias
El primer caso ocurrió en 2011, donde el afectado llegó a la joyería y le entregó al imputado dos anillos de oro macizo, avaluados en 300 mil pesos para que le realizara una cadena.
El joyero le indicó que el costo del trabajo era de 30 mil pesos, debiendo dejar el 50% al inicio.
La cadena debía entregarse en un plazo de una semana, hecho que nunca ocurrió ni tampoco hubo explicaciones de por qué no estaba la joya ni el trabajo final.
Caso 2
En el segundo caso ocurrió en 2012, donde una mujer llegó a la joyería a dejar una medalla con un colgante que se había desoldado, el dueño de la joyería recibió las piezas y le cobró 4 mil 500 pesos por la reparación. En este caso también no hizo la reparación ni devolvió el dinero pagado.
La víctima avaluó sus joyas en 500 mil pesos. Mientras que el último caso el afectado le llevó varias joyas, entre estos anillos y aros, para que el joyero le realizara una cruz de 25,3 gramos de oro. Según los antecedentes, le habría cobrado 185 mil pesos por el trabajo, dinero que el afectado pagó. Como en los casos anteriores el imputado no realizó los trabajos y se apropió del dinero y de las joyas, que la víctima avaluó en un millón 300 mil pesos.
La Fiscalía logró demostrar que tras el negocio de joyería, el imputado se apropió en tres casos de las joyas y dineros de sus clientes. Estos hechos ocurrieron entre 2011 y 2012. Los afectados avaluaron sus joyas en más de dos millones de pesos. Al ser encontrado culpable tendrá que cumplir condena nocturna, pero además estará con monitoreo telemático.