Dos condenados piden que sus sentencias sean revisadas
presión. Los jóvenes que se encuentran encarcelados en Calama llevan varios días en huelga de hambre, debido a que dicen que el tribunal local los juzgó injustamente.
Una compleja situación es la que están viviendo dos jóvenes calameños que se encuentran recluidos en el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Calama por diferentes delitos, debido a que hace un par de días iniciaron una huelga de hambre como medida de protesta en contra de las altas sentencia que recibieron por parte de los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Calama.
primer caso
El primero de los imputados es Elías Astudillo Ortega de 21 años, quien el 3 de marzo del presente año fue condenado por el tribunal calameño a siete años, seis meses y un día de presidio mayor en su grado mínimo, como autor del delito consumado de robo con fuerza en lugar habitado, hecho ocurrido el pasado 2 de agosto del 2014.
Pero el joven alega que él fue juzgado como autor y no como cómplice, debido a que el reconoció su participación en el delito pero solo como conductor del vehículo donde los otros integrantes de la banda cargaron las especies y se dieron a la fuga, por lo que debería haber recibido una pena más baja.
La defensa de Astudillo Ortega presentó un recurso de nulidad del falló en la Corte de Apelaciones de Antofagasta, para que el imputado vuelva a ser juzgado en el Tribunal Oral en lo Penal de Calama, pero éste fue declarado inadmisible por ser presentado fuera de plazo, ya que tenìa un máximo de 10 días desde que se notifica la sentencia a los recurrentes, siendo su última posibilidad presentar un recurso de queja en la Corte Suprema.
Su familiares se encuentra muy acongojados con esta situación, debido a que el es padre de familia y el único sustento, pero hace nueves meses que se encuentra encarcelado y deberá cumplir de manera efectiva la pena, debido a que no contaba con una irreprochable conducta anterior, por lo que no podrá acceder a beneficios carcelarios.
segundo caso
Una situación parecida es la que está viviendo Nicolás Alejandro Carvajal de 18 años, a quién el pasado 17 de marzo el Tribunal Oral en lo Penal de Calama, encontró culpable de cometer dos delitos uno de receptación de un vehículo motorizado, por el que se le aplicó una pena de 5 años y un día de presidio mayor en su grado mínimo y una segunda condena por el delito de robo con violencia e intimidación por el que recibió una pena de 5 años y tres meses de presidio mayor en su grado mínimo. Además por el primer delito se le aplicó una multa de 5 UTM, poco más de 200 mil pesos, hecho delictuales cometidos el 21 de agosto del 2014.
Él también pide que su caso sea revisado, debido a que la pena por el delito de receptación es muy alta, por lo que en los próximos días su defensa presentaría un recurso para que su caso sea visto por el poder judicial, esperando tener mejor suerte que el joven del caso anterior.
Su madre, se mostró muy desesperada por esta situación y reconoció que su hijo cometió un error, pero a sus 18 años deberá pasara más de 10 años en la cárcel, siendo que a otras personas por el mismo delito de receptación no le dan ni un año de presidio, lo que considera muy injusto.
Debido a la depresión y a la angustia que están viviendo los presos, es que en una medida desesperada se cocieron la boca, grabaron un video y lo subieron a las redes sociales para dar a conocer su situación.
Respecto a este hecho el nuevo alcaide de la cárcel de Calama, el teniente coronel Mario Gómez, explicó que "efectivamente hay dos personas en huelga de hambre y están siendo monitoreados por personal paramédico, aunque han bajado de peso, se encuentran en buenas condiciones y su protesta es en contra del tribunal por la condena que les dieron".