Tres empresas de corretaje están trabajando con la agrupación de propietarios de los terrenos que conforman la exfinca San Juan y a pesar que existen avances, una serie de restricciones legales y administrativas impiden que la totalidad de los sitios puedan ver la luz de la venta, situación que obstaculiza que este sector negro de la comuna pueda revertir su situación y dar un impulso de desarrollo.
El presidente de este organismo, Patricio Lillo, precisó que están trabajando de manera conjunta y organizada, para que todos los dueños puedan resultar beneficiados y en este proceso dependen que se resuelvan todos los conflictos.
En este sentido, explicó que, por ejemplo, las escrituras tienen gravadas que no se pueden vender los sitios a no ser que sea a un tercero miembro de la sociedad pro construcción de la población Anaconda, "organismo que nunca existió, pero que quedó escrito por términos de impuestos. El legislador de aquel tiempo hizo esto previendo que pudiesen ser vendidos y se produjese un desorden".
A esto se suma el seccional que se hizo en 2002 -2004, que más que un aporte a la comuna se convirtió en un proceso "lesivo para todos, para la ciudad, para los propietarios y para la visión de futuro. Esto se refiere a la zonificación de los sitios", explicó Lillo.
Otro tema que agregó el representante de más de 60 propietarios, es la macrourbanización que hizo el ministerio de Vivienda y Urbanismo, a través del Serviu. "Si bien es cierto del punto de vista de los propietarios es beneficiosa, esto no libera los sitios".
Compras
Lillo comentó que a pesar de todas las trabas están avanzando y ya hay terrenos que están listos para la venta. No quiso referirse a cuantos ni tampoco el valor, pues enfatizó que para el bien de todos los propietarios estos temas se mantendrán bajo reserva.
"No puedo revelar las cifras, pero las conversaciones están suficientemente avanzadas. Estamos participando con tres empresas de corretaje, que han llevado adelante las prospecciones para ofertar estos sitios a empresas e inversionistas", aseveró.
En tanto, comentó que ya se realizó una reunión donde se limitaron las prerrogativas, tanto de la organización, como de los propietarios y de las entidades que pretenden comprar. "Se procedió a tratar de establecer los sitios que cumplen con las condiciones jurídicas que van a permitir su enajenación, porque la verdad no todos los sitios tienen las condiciones para su venta".
Respecto a esto último, explicó que hay lotes que quedaron sin salida, por lo que dependen de otro para su venta, reafirmando que esta es una de las causas por la que el proceso no se ha hecho tan público.
De acuerdo a Lillo son cerca de cien los terrenos que están en proceso de regularización, la mayoría es de 500 metros cuadrados, algunos bajaron este metraje por la expropiación para la urbanización.