Ejecución y avance para poder crecer
Un grado de decepción se ha sentido al conocer que a tres años de la consulta ciudadana del Calama Plus aún no podamos tener iniciado (ni siquiera terminado) al menos uno de los 23 proyectos que la comunidad priorizó como importante para Calama.
Y aquí no pretendemos condenar, como se está haciendo común emitir juicios antes de tiempo, sino de mostrar la preocupación del lento avance de un Consorcio que estaba considerado como uno de los pilares para dar el impulso a la capital de El Loa, después de tantos años de postergaciones.
Y como muchas otras situaciones que vive nuestro país, ocurre que existe una cierta afición nacional por demorar y tramitar la ejecución de proyectos, entrampándolos, retrasándolos, postergándolos, como si eso nos deleitara o nos hiciera más importantes.
Quizás debiéramos aprender de una constructora china que levantó un edificio de 57 pisos en 19 días, hecho que fue publicado en varios portales noticiosos del mundo.
Por eso, no puede pasar inadvertido que a tres años de la consulta ciudadana ningún proyecto comience todavía, aunque sí sabemos que hay diseños, planos y avances en gestiones de varios de ellos.
Pero como se ha dicho hasta el cansancio en nuestra sociedad, los loínos ya no quieren promesas ni primeras piedras, sino hechos y obras terminadas.
Algo está fallando en nuestras organizaciones, principalmente del Estado, que no están teniendo la capacidad de ejecutar y avanzar con premura.
Basta mirar varios hospitales del país, incluido el de Calama que están abandonados o nunca se hicieron pese a adjudicar las obras, o el primer puente basculante que se construye en nuestro país (Valdivia) que sigue presentando fallas conocido porque se instalaron sus brazos al revés.
Si pretendemos evitar un caos en nuestra ciudad, es necesario que las autoridades y empresas ligadas al Calama Plus, puedan mostrar mayor interés e iniciativas para poder traspasar el tortuoso camino de la burocracia y la tramitación, y poder ejecutar.