Estudio explica nuestro amor por los perros
Relación. Después de un proceso de miles de años de domesticación, una hormona ha fortalecido la relación entre el ser humano y su "mejor amigo", según una investigación publicada en la revista Science.
La razón de por qué a algunas personas les gustan tanto los perros radicaría en una hormona que, en términos prácticos, ha fortalecido el vínculo entre el ser humano y su "mejor amigo" durante miles de años.
Eso es lo que cree un equipo de investigadores japoneses y estadounidenses que, además, encontró que el amor entre dueños y canes es mutuo.
Los científicos descubrieron que la misma hormona (la oxitocina) alcanza su nivel máximo tanto en los cerebros humanos como en los caninos cuando un perro mira fijamente a su amo.
La oxitocina es conocida por jugar un rol importante en la generación de sentimientos de amor incondicional y protección cuando padres e hijos se miran a los ojos o cuando se abrazan.
"Estos resultados sugieren que los humanos pueden sentir afecto por sus perros de compañía de manera similar al que sienten por los integrantes de su familia", sostuvo Miho Nagasawa, académico del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad Azabu, en Japón, quien en este informe trabajó junto a científicos de la Universidad de Duke de EE.UU.
Según reprodujo el diario británico The Telegraph, los autores creen que la oxitocina genera una "retroalimentación neural" que ha fortalecido el lazo entre el hombre y el perro en el último milenio.
Para probar esta teoría, los científicos pusieron a unos perros en una habitación junto a sus dueños y documentaron cada interacción entre ellos, como hablar, tocar y mirar.
Luego, los académicos midieron los niveles de oxitocina en la orina y descubrieron que el contacto visual entre los perros y las personas había hecho incrementar los niveles de esta hormona en ambas especies.
No obstante, cuando realizaron los mismos experimentos en lobos que habían sido criados por humanos no se registró un incremento de la oxitocina, lo que sugiere, según los expertos, que esto ocurrió gracias al proceso de domesticación que comenzó 34 mil años atrás.
De acuerdo con Evan MacLean, científico de la Universidad de Duke, los perros han aprendido a "imitar" el vínculo entre los padres y sus hijos. En los dos últimos milenios en que hemos criado a perros como mascotas, "los perros han empezado a ser capaces de relacionarse con los humanos de maneras sociales significativas", aseguró.
"Se sintonizaron con nuestras señales sociales (...) Por ejemplo, cuando a los perros se les presenta una tarea imposible de hacer, ellos rápidamente se vuelven a mirar a los humanos para saber qué hacer, igual que los niños. Los lobos no hacen eso", agregó.
En ese sentido, el investigador considera que la relación que las personas tienen con los canes suele ser más bien "parental". "Escáneres han mostrado que las redes del cerebro de las madres responden de la misma manera a fotos de sus perros como a fotos de sus hijos", ejemplificó.
Los responsables del estudio dicen que sus hallazgos sugieren que los perros se sienten como un niño de la familia, más que como un integrante menos relevante.
El paper de este experimento fue publicado en la revista Science.
En un segundo experimento, los expertos rociaron oxitocina directamente en las narices de ciertos perros y los ubicaron en una habitación junto a sus dueños y algunos extraños. Según indicaron los autores, las perras respondieron al tratamiento incrementando la cantidad de tiempo que dedicaron a mirar a sus dueños. Después de 30 minutos, los niveles de oxitocina también se habían elevado en los dueños de los perros estudiados. Esto entregó más evidencia de la estrecha relación entre los animales y sus amos.
Mabel González