El caos vial que a cierta hora se vive en Calama tiene claramente responsables y no son precisamente la estrechez de las calles, la falta de señales de tránsito o el aumento en el parque automotor, sino que son los propios conductores. Según la información emanada desde la Dirección de Tránsito de la Municipalidad, un 65 por ciento de ellos repite infracciones como estacionar mal o no respetar las normas de tránsito.

Son estas infracciones las que complican cualquier plan vial que se quiera implantar, porque si se intenta liberar alguna arteria para mejorar el flujo vehicular impidiendo el estacionamiento en ellas, al corto tiempo nadie lo respeta.

Basta con hacer un pequeño recorrido por el centro de la ciudad para comprobar que esta medida no es acatada, incluso en algunas ocasiones en zonas prohibidas están vehículos estacionados a ambos lados de la calzada.

A este problema se suma la inutilización de importantes letreros de advertencia, semáforos y postes eléctricos debido a colisiones.

Si bien Carabineros y los inspectores municipales realizan constantes fiscalizaciones y multan a los infractores, la situación no mejora.

En el municipio están a la espera de adquirir una grúa para retirar a los vehículos que estén mal estacionados especialmente en el centro y calles de tránsito conflictivo. Se ve como una solución, porque es una medida más severa ya que no sólo incluye el pago de la multa también el uso de la grúa y corral municipal, lo que encarece enormemente la falta a la norma de tránsito.

Asumen que desde ese momento los conductores se preocuparían de no estacionar mal sus vehículos. Una campaña rápida podría provocar buenos resultados en pocas semanas y con ello las calles estarían más despejadas para el tránsito vehicular.

Si se agrega el respeto a las señales escritas y luminosas los tacos disminuirían de manera gradual y salvo en horarios punta habría inconvenientes que podrían ser soslayados sin perder la paciencia. Pero claramente se requiere hacer algo antes que los problemas viales sean insostenibles.

Espero que hoy disfrutemos de un bonito espectáculo deportivo en el nuevo estadio "Zorros del Desierto". Por mi parte, apuesto mis fichas a Cobreloa y no podría ser de otra manera para un oriundo de esta tierra de sol y cobre. Hecha tal precisión, era inevitable comprometerme en la gestión para que el recinto se entregase a la comunidad. No obstante, mediaron temas judiciales y administrativos que entrabaron el proceso y sólo cabía esperar que decantaran los hechos.

Lo importante ahora es que el nuevo estadio ya está y Calama, su gente, lo disfruten. Quienes estuvimos la semana pasada en el partido inaugural, coincidimos que el "Zorros del Desierto", es una verdadera joyita y por tanto es deber de todo calameño cuidar sus instalaciones.

La Ministra del Deporte, Natalia Riffo expresó abiertamente su admiración por el coliseo deportivo, la calidad de la cancha, al punto que hay fundadas expectativas para que sea protagonista en ligas mayores.

¿Por qué no? La ciudad tiene muy buena capacidad hotelera, un aeropuerto de primer nivel y están dadas las condiciones para que Calama oficie como sede en torneos como Copa América y afines.

Pero el partido no ha terminado aún… como Gobierno, la próxima meta es terminar la escuela D-48, "Presidente Balmaceda". Para tal efecto, el Gobierno Regional ya aprobó fondos -orden 5 mil millones de pesos-, para la licitación y adjudicación de una obra postergada por años, pero que hoy reasumimos para bienestar de los 1.130 estudiantes que ocuparán sus aulas.

Y ya que entramos al área grande, la educación, el Centro de Formación Técnica (CFT) que se construirá en Calama, ya priorizó las carreras que impartirá en su primer año de funcionamiento. También pusimos la primera piedra del colegio técnico industrial "Don Bosco", que abrirá sus puertas en marzo de 2016.

Calama no está olvidada. La Presidenta Bachelet está cumpliendo sus compromisos con la ciudad. Y así como entregamos el estadio a la comunidad y reactivamos la escuela D-48, mantendremos la misma intensidad de gestión para terminar las obras del nuevo hospital. Con ese golazo, ganaremos todos.