Hace varios meses, se habla recurrentemente de recesión en la economía chilena. De hecho, 2014 terminó con las peores cifras de PIB, inversión y demanda desde el año 2009. El sector minero no es una excepción. Sus exportaciones registraron un crecimiento del 1,6%, lejos del 5% de 2013, cuando el sector vivía uno de sus mejores momentos.
En cuanto a las tendencias de contratación, 2014 fue igualmente un año negativo y cerró con una tasa de desempleo al alza. Ya superado el primer trimestre de 2015, se confirma que esta tasa ha tendido a la estabilización. El dato positivo es que Chile seguirá teniendo una posición importante en términos de empleo, calidad del mismo y valorización, y se mantendrá como uno de los países latinoamericanos con mayores salarios y perspectivas de trabajo.
El sector de la minería fue y sigue siendo uno de los más importantes en la economía chilena, pero se encuentra actualmente en un ciclo de estancamiento que afecta al empleo y a los salarios del sector. Sin embargo, se sabe que los ciclos son cada vez más rápidos y, este año, los expertos esperan un repunte que mejorará las condiciones de la industria.
En estos momentos, los profesionales más demandados en minería son mantenedores, personas que puedan desempeñarse en el área de operaciones, operadores de camiones y de palas, profesionales del área de seguridad, especialistas en medioambiente y calidad y planificadores de corto, mediano y largo plazo que contribuyan a la optimización de las operaciones.
Asimismo, si bien hace un par de años existían resistencias a trabajar en un sistema de turnos, desde Robert Half se detecta hoy una mayor predisposición a aceptar esta dinámica. Además, los salarios suelen ser superiores y, sin duda, se trata de un incentivo para los que se plantean entrar en el sector.
En este escenario, la familia juega un papel muy importante y ha de ser el mayor aliado del trabajador. Por ello, es importante que el núcleo familiar esté de acuerdo con esta opción profesional y apoye al trabajador.