Desde que se anunció la venta de Aguas Antofagasta al Grupo Empresas Públicas de Medellín (EPM), la comunidad loína manifestó su preocupación. Por ello la Asociación de Agricultores de Calama (ASAC), convocó a una marcha pacífica donde participó el alcalde Esteban Velásquez, concejales, la CUT, la Coordinadora por la Defensa del Agua del Río Loa, el Movimiento Ciudadano, la Red de Mujeres del Loa, establecimientos educacionales, agrupaciones indígenas y la comunidad calameña.
De esta manera manifestaron su molestia y exigieron a las autoridades que se frene la venta de la sanitaria, así como también se lleve a cabo la derogación del Código de Aguas; porque es el instrumento legal que permite ejercer el comercio hídrico a nivel nacional.
Con la consigna "el agua no se vende, el agua se defiende", unas trescientas personas marcharon por el centro de Calama manifestando su descontento por el negociado que se realiza con el agua en Chile, pero sobre todo en nuestra provincia donde la minería se abastece de agua dulce extraída de la cuenca del Loa y según han manifestados los defensores de este recurso, esta es el área productiva que más amenaza al caudal del río más largo del país.
"Nos sentimos muy contentos por la convocatoria y porque las diferentes organizaciones de Calama se sumaron a la defensa de nuestro río, manifestando su descontento con una de las mayores amenazas que estamos viviendo actualmente como la venta de Aguas Antofagasta a una empresa extranjera, porque el gerente de este grupo colombiano dijo que privilegiarían el agua a la minería y ello nos da indicios de cómo será su administración. Por esta razón, creemos que el Estado es quien debe hacerse cargo de la gestión de estas sanitarias y no entregarla a empresa privadas", comentó el presidente de la ASAC, Esteban Araya.
Referente a esto, el diputado radical y perteneciente a la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara baja, Marcos Espinosa, mencionó que "las demandas de la comunidad son válidas, porque es imposible considerar el agua como un bien de uso público si en la región de Antofagasta el 90% del recurso está en manos de la sanitaria y la minería, mientras que sólo el 10% lo tienen las comunidades agrícolas. Por lo cual es urgente y prioritario derogar el Código de Aguas e iniciar un proceso de renacionalización del recurso hídrico, porque hoy el Estado no admite hacer modificaciones al actual código en el principio de la subsidiariedad, el cual permite que cuando el Estado no tiene los recursos para administrarlo, lo puede entregar a manos de privados; por lo tanto es urgente cambiar esta figura".
Preocupación
La empresa Aguas Antofagasta informó que el 23 de abril llegó a un acuerdo para traspasar la propiedad de Aguas de Antofagasta S.A. (Adasa) al Grupo EPM, la cual entrega servicios de electricidad, gas, agua o tratamiento de residuos a más de 20 millones de personas en Colombia.
Actualmente no se ha concretado el traspaso, ya que está sujeta a la aprobación de la Empresa Concesionaria de Servicios Sanitarios S.A. (ECONSSA), quien consideró un pago cercano a los 965 millones de dólares por la transferencia del 100% de las acciones de Adasa, las que hoy pertenecen a sociedades filiales de Antofagasta plc.
El cierre de la transacción debiera ocurrir dentro de un plazo de 30 días a contar de la fecha del acuerdo, por lo tanto este hecho sucedería en 10 días más. Por ello, las organizaciones calameñas anunciaron que se unirán para que esto no se concrete, anunciando que si deben llegar a la Intendencia en Antofagasta lo harán.
"No es posible que los gobiernos continúen avalando el mercado del agua, por lo tanto es importante que se entregue el agua al Estado, porque sabemos que este recurso está en peligro y sobre todo las aguas de Lequena, Quinchamale y Toconce, donde se han repartido a la minería olvidando la importancia de este recurso para el consumo humano. Además pretenden solucionar la escasez instalando plantas desoladoras como en Antofagasta, donde la creación de una segunda planta permitirá liberar el agua de consumo domiciliario y derivarla al proyecto de expansión de minera Centinela", enfatizó Araya.
El alcalde de Calama no estuvo ajeno a esta movilización y marchó junto a las organizaciones, expresando que "no existe acto más patriótico para Chile que recuperar nuestros recursos naturales, como el agua y el cobre. Porque defender nuestro recurso hídrico dulce es apreciar la vida, por lo tanto, esta manifestación es un llamado de atención al Gobierno para que deje de promover este negocio que existe en torno al agua. Por lo tanto, los calameños continuarán protestando hasta que exista una modificación al código y se frene la venta de Aguas Antofagasta".
La preocupación por las mínimas modificaciones al Código de Aguas y al negocio de la sanitaria regional es creciente, por lo tanto, tras esta marcha esperan unirse todas las organizaciones y movimientos participantes con el objetivo de ser escuchados por el Gobierno Central.
"Nosotros llevamos varios años defendiendo el agua del río Loa, por lo cual nos sentimos contentos con la gran convocatoria que se logró, tanto por la participación de organizaciones locales y los escolares, porque son los jóvenes quienes tienen que involucrarse cada vez más en la defensa del medio ambiente. Y es fundamental que nos podamos unir todos en pro de recuperar las agua y luchar por el recurso hídrico, porque es la piedra angular de la existencia humana" manifestó, el secretario general de la Coordinadora por la Defensa del Agua del Río Loa y La Madre Tierra, Eric Herrera.
La Coordinadora por la Defensa del Agua del Río Loa, también comentó su preocupación por las aguas de Lequena que tienen por derecho la minera Collahuasi, ya que estos fueron comprados a Essan y traspasados a Aguas Antofagasta, pero se evitó su cesión a raíz del no cumplimiento de la consulta indígena en el Estudio de Impacto Ambiental. Sin embargo, están vendidas y la amenaza latente de su uso está, la cual tomará más fuerzas con la concreción del traspaso de Adasa al Grupo EPM.
Sin duda la utilización del agua dulce en la minería es una de las mayores amenazas para la preservación del agua, siendo este el miedo de la comunidad calameña, porque presienten que la venta de Aguas Antofagasta permitirá la venta de sus derechos de agua a este sector económico. Por ello, esperan que las autoridades tomen acciones concretas al respecto.
Sin embargo actualmente el Gobierno en materia de protección del recurso hídrico, sólo ha enviado una propuesta de modificación al Código de Aguas a la Cámara de Diputados, la cual no satisface a gran parte del país, ya que no se expropiarán los derechos otorgados a las empresas mineras, por la simple razón de que son derechos ya adquiridos y constantemente utilizados.