A toda marcha avanza la construcción de viviendas sociales en Calama, lo que dará respuesta a las cientos de familias que aún esperan concretar el sueño de la casa propia, después de años de postulaciones y esperas. Para 2015 se estima la entrega de 534 soluciones habitacionales, de estas 19 pertenecen al proyecto la Tercera es la Vencida y 36 de Reconstrucción Calama que son de arrastre, las demás son de iniciativas nuevas.
El seremi de Vivienda y Urbanismo, Mauricio Zamorano, visitó dos proyectos, uno de estos es Inés de Suárez que contempla la construcción de 738 casas distribuidas en cuatro etapas. La primera está avanzando más rápido de lo esperado y a pesar que el contrato estipula como fecha de término el 6 de diciembre es probable que estén antes.
La autoridad destacó que estas casas están construidas con altos estándares, "se puede ver en la calidad de los hormigones y del material de construcción. Es un proyecto muy armónico en lo urbano, pues tienen un antejardín consolidado, áreas de ampliación y si bien hemos sacrificado densidad, habrá espacios comunes donde podamos mejorar la calidad de vida de las personas, para profundizar la democracia, para que las familias no vivan encerradas en sus casas y tengan espacios públicos donde compartir, donde sus hijos puedan jugar".
Dando un detalle más técnico, el constructor civil y director de las obras, Raúl Miño, explicó que estas viviendas son todas exactamente iguales, pero lo que las diferencia son los espacios de ampliación. Su fundación, la loza y los muros son de hormigón armado y el segundo piso es de metalcom, son antisísmicas y selladas para evitar filtraciones por la lluvia.
"El baño viene armado y la cocina con cerámico y lavaplatos, todas con cierre perimetral y antejardín. Hay que destacar que el hecho que sea de hormigón armado no necesita mantención", agregó.
En esta primera etapa son 275 casas, de las que 32 vienen con una tercera habitación, contemplada para familias numerosas o que tengan un integrante adulto mayor o con discapacidad.
La segunda etapa se entrega en agosto próximo y son 86 soluciones habitacionales, la tercera se inicia este mismo mes y alberga 313 casas. El último proyecto de Inés de Suárez son 64 departamentos, que serán construidos a partir de junio de 2016.
"Estamos trabajando con Loga para llegar a los costos, porque estos departamentos van a salir a un costo superior, por lo que estamos analizando con ellos la manera de llegar con los costos del subsidio, con los recursos que podamos obtener del Gobierno regional en el marco del convenio que estamos próximos a firmar", argumentó el seremi respecto a esta última etapa.
Agregó que Inés de Suárez será un proyecto bastante atractivo, y además contempla el desarrollo de un jardín infantil y una sala cuna, los que serán financiados y construidos por Junji. "Ya lo hemos trabajado con la empresa, pues nuestro interés es entregarle a las familias la mayor cantidad de servicios asociados a la construcción de viviendas. Estamos preocupados de la formación de barrios, donde las personas tengan acceso a la locomoción, a colegios, a jardines infantiles y a un conjunto de bienes que les permitan mejorar su calidad de vida".
Otros proyectos
Además de Inés de Suárez está el proyecto Sol y Cobre que contempla 118 casas y se entregará en agosto de 2015, "aparte de eso estamos terminando los dos proyectos que tuvieron liquidación anticipada de contratos, en la Tercera la Vencida ya entregamos 30 viviendas, nos quedan 18 y en Reconstrucción son 38".
En tanto, en proceso de formulación están 160 departamentos en Las Vegas, los que comenzarán a construirse el segundo semestre de este año, en la misma condición están 208 casas en la población Gustavo Le Paige, iniciando sus obras en junio de 2016.
La exfinca San Juan también será escenario de construcción de soluciones habitaciones, el proyecto está en la elaboración de las bases de licitación y alberga 100 departamentos, de estos el 80% son DS 1 y el 20% FSEV. Se inicia el primer semestre de 2016.
En proceso de gestión del suelo está la iniciativa que se emplazará en la René Schneider, con 1.400 departamentos, se comenzará a construir el segundo semestre de 2016 y la primera etapa es de 160 viviendas aproximadamente.
A todo esto se suma el macro proyecto de Topáter que está en proceso de gestión de urbanización. Serán 1.932 viviendas que se emplazarán en el sector, dando respuesta a las clases vulnerable, emergente y media. Se estima su inicio el segundo semestre de 2017.
"Topáter es más complejo porque los paños que fueron transferidos a Serviu están en una segunda línea, entonces es necesario hacer una fuerte inversión en urbanización, llegar con la red de agua potable y alcantarillado al sector, lo que inviabiliza el desarrollo del proyecto. Lo que estamos haciendo es trabajar con BBNN, gestionando transferir el primer paño para disminuir los costos de urbanización y llegar con un proyecto interesante para sectores emergentes, medios y para los más vulnerables", explicó el seremi, Mauricio Zamorano.
En cuanto a las demandas indígenas que existen por ese sector, la autoridad comentó que Bienes Nacionales está trabajando en esta zona, "porque hay vestigios de un cementerio, lo que paralizó algunas obras que se empezaron a ejecutar, pero terminando este estudio se podrá definir qué áreas no se pueden tocar, las medidas de mitigación o los cuidados que se deben tener para desarrollar cualquier proyecto ahí, no sólo habitacional y del ministerio".
Periferia
Respecto a seguir construyendo en el sector poniente, el seremi argumentó que en Calama no hay grandes terrenos para emplazar proyectos habitacionales, salvo la exfinca San Juan, "entonces tenemos que utilizar aquellos que están disponibles".
Dijo que aunque la comuna esté en medio del desierto, prácticamente no tiene para dónde más crecer, porque además está el límite de operación de la empresa sanitaria.
"Aguas de Antofagasta tiene un límite hasta donde se concesionó, si queremos ampliar el territorio operacional tenemos que hacerlo a través de un convenio donde haya un acuerdo de las partes y no involucre inversión, que es la opción menos probable o se amplíe el territorio con acuerdo de las partes pero con una inversión no menor, porque hay que generar toda la infraestructura, ya sea de la red de agua potable, de alcantarillado, tanques de acumulación, plantas de elevación y todo lo que sea necesario, lo que tiene un alto costo".
Agregó que esto pasa también por la voluntad de las empresas, las que muchas veces ven como riesgoso apostar por proyectos que van dirigidos a la clase vulnerable, pues está la opción que no se les pague la cuenta.
"Esto nos obliga, en el peor de los casos, a llegar a la vía forzada de ampliación del territorio operacional, en donde se tiene que hacer una licitación pública, probablemente no se van a presentar oferentes y allí la Superintendencia de Servicios Sanitarios obliga a la empresa sanitaria más cercana a ampliar su territorio. Estamos en el medio de la nada, tenemos terrenos, pero claro, tenemos que dotarlo de agua, de alcantarillado, de energía eléctrica y eso tiene un costo, el que lo asume generalmente el Gobierno", argumentó.
Serviu
El delegado provincial del Serviu, Marcelo Gajardo, explicó que para acceder a las viviendas sociales lo fundamental es contar con un ahorro, porque las familias deben hacer un esfuerzo.
En el caso de las vulnerables el monto a entregar es de 10 Unidades de Fomento, mientras que para los emergentes y clase media es de 30UF y 50UF, respectivamente.
Dijo que si bien en Calama, por el momento, es poco probable encontrar una casa nueva hasta las 2.200 UF, se puede optar a "las viviendas usadas o aquellos que tengan un terreno postular al subsidio para construir su casa".
En tanto, argumentó que el principal desafío que tienen es generar, en los terrenos más interesantes como la exfinca San Juan, proyectos integrados, "en que ojalá podamos ofrecer casas de 55 millones de pesos, de 39 millones e incorporar las del fondo solidario que salen cerca de 24 millones de pesos".
"Ahí nos falta un encadenamiento más poderoso con el sector privado, tendremos que buscar los mecanismos. Contamos con presupuesto propio, sin subsidio, para poder contratar el diseño y la construcción de manera simultánea para viviendas de este tipo y no esperar a los privados, de esta forma podemos disponer de un terreno nuestro e invitar a empresas para una licitación condicionada", puntualizó.
Entre 45 y 55 metros cuadrados es el metraje de estas viviendas sociales. Hay de dos y tres dormitorios, estas últimas tiene uno en el primer piso. Están pensadas en familias numerosas y en personas con alguna discapacidad.
Equipamiento Las viviendas vienen con el baño completo, lo que incluye la cerámica, pintura y artefactos. La cocina también tiene el piso terminado e incluye el calefont y la instalación de la lavadora.
Los materiales de construcción utilizados son hormigón armado para el primer piso y metalcom en el segundo. Son antisísmicas y están preparadas para no filtrarse en caso de lluvias.