El ex Presidente español Felipe González culminó ayer dos días de visita a Venezuela para prestar apoyo a opositores encarcelados, lo que generó un fuerte rechazo de las autoridades locales.
Sin mayor despliegue de los medios, González decidió abandonar la capital venezolana para proseguir su agenda internacional, según confirmó a Associated Press Mitzy Capriles, esposa del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, al que el ex Presidente ofreció su asesoría.
"Sabíamos que él estaría en el país un tiempo que él considerara prudencial", indicó Capriles al descartar que González haya dejado Caracas de forma sorpresiva, y sostuvo que la partida respondió a razones de su agenda internacional.
Capriles dijo que el ex Presidente está dispuesto a retornar a Venezuela cuando las autoridades locales le den el permiso para visitar en la cárcel a alguno de los opositores presos.
González había manifestado el lunes que estaba a la espera de que las autoridades locales le dieran el permiso para visitar en la cárcel al dirigente Leopoldo López y al ex alcalde Daniel Ceballos. Ambos opositores se mantienen en huelga de hambre.
El político español sostuvo que, aunque no estaba de acuerdo, respetaba plenamente la resolución de las autoridades judiciales venezolanas que le negaron la posibilidad de actuar como consultor externo de los equipos de abogados de López y Ledezma.
En su visita se reunió con Ledezma en su residencia, donde el alcalde está cumpliendo un arresto domiciliario tras ser sometido en abril a una operación, y sostuvo encuentros con los integrantes de la coalición opositora, los familiares de López y Ceballos, y el director del semanario Tal Cual, Teodoro Petkoff.
Hoy comienza en Bruselas la cumbre UE-Celac, donde según se ha adelantado, la situación de Venezuela será uno de los principales temas de discusión. El lunes, el viceministro de Exteriores de Cuba, Abelardo Moreno, reconoció que este tema es "la mayor diferencia" a la que se enfrentan los países que participarán en el encuentro.