Ley de Inclusión causa controversia en colegios particulares subvencionados
Razones. Manifiestan que esta iniciativa es un proceso de expropiación encubierto, que los alumnos y padres serán los más afectados, así como también argumentan que acabará para siempre con los proyectos educacionales que por más de 20 años han sido aplicados.
Una verdadera incertidumbre viven tres de los cuatro establecimientos particulares subvencionados que tiene Calama, luego de que ya se hiciera norma de la república la "Ley de Inclusión" que pretende poner fin al lucro, copago y selección en la educación chilena. Sólo uno de estos colegios se mostró a favor de la iniciativa; manifestando que no tienen problemas en transformarse en Fundación.
Los recintos educativos religiosos no se ven muy afectados, ya que actualmente son fundaciones y no deberán cambiar de figura, sino que sólo aplicar el fin al copago y selección, mientras que de su sustento deberá preocuparse el Estado.
Sin embargo, los tres ejes principales de la ley (fin al lucro, copago y selección) actualmente han provocado que los Colegios Montessori, Calama y San Nicolás, manifiesten que no les acomoda y que aún no han decidido qué figura adoptarán; pero si tienen claro que, esta situación les molesta y que en puntuales ocasiones la Seremi de Educación se ha reunido con ellos a explicarle los alcances de esta nueva legislación, la cual los obliga a convertirse en fundación sin fines de lucro, particulares privados o simplemente desaparecer.
Pero el Colegio Río Loa, tiene otra mirada de Ley y están de acuerdo en dejar de ser una sociedad educacional privada, para convertirse en una fundación sin fines de lucro, ya que han argumentado que actualmente ellos no seleccionan alumnos, no cobran un copago y todos sus ingresos se destinan al funcionamiento del establecimiento.
Ley
El 8 de junio de este año la Ley de Inclusión fue publicada y comenzará a regir desde el primer día del mes de marzo del próximo año, por ello ya los colegios particulares subvencionados del país, saben que su figura dejará de existir ya el 1 de enero del 2018 y con ello según lo planteado por el Gobierno, la educación en Chile dejará de ser un negocio.
Esta norma contempla que el fin al "copago", por lo tanto las fundaciones educacionales se mantendrán con los aportes que reciban del Estado, porque será éste quien financie la educación y se dejará de cobrar a los padres. Para esto se aumentarán los recursos que pone el Estado y se crearán nuevas subvenciones. Pero, el fin del cobro será gradual: el año 2017 se eliminará el copago para el 93% de los colegios.
En cuanto a la "selección", los colegios públicos y fundaciones, deberán admitir a todos los niños y niñas sin importar ningún tipo de factor (social, conductual, económico, religiosas, rendimiento, etc). Y para garantizar que esto ocurra, habrá un sistema centralizado de postulación al que accederán las familias indicando los colegios en el orden de su preferencia, el que será considerado en el proceso de admisión. Cuando haya más postulantes que cupos, se preferirá a los que tengan hermanos en ese establecimiento o sean hijos de personas que trabajan en él. Para llenar el resto de los cupos habrá un sorteo en el que participan todos con las mismas posibilidades y derecho.
El fin a la selección será gradual, por lo tanto no afectará a todo los establecimientos a partir del 2016, para luego en el cuarto año de la entrada en vigencia de la ley (año 2019), no se selecciona a ningún postulante en todo el país.
En cuanto al "lucro" los colegios particulares subvencionados que son sociedades comerciales y que, en consecuencia, pueden legalmente obtener ganancias para sus dueños, deberán dejar de hacerlo transformándose corporaciones o fundaciones educativas, esto es, en personas sin fin de lucro, a más tardar el 31 de diciembre de 2017.
Sostenedores
La sostenedora del Colegio San Nicolás, Pamela Ly, manifestó que los colegios particulares subvencionados efectivamente son empresas con fines de lucro, que ello no hay que desmentirlo, sin embargo ellos sostienen un establecimiento con muchas garantías e invierten harto en ellos. "Nosotros trabajamos con esta figura de financiamiento compartido, porque el Estado el año 1989 requirió de nuestros servicios nosotros nos establecimos con proyectos educacionales, los cuales tomaron a esos niños que no cabían en colegios particulares pagados por sus elevados aranceles y que además no querían estar en escuelas municipales. Por ello les dimos una opción que hoy en día se está cerrando. Y para mí esta ley de inclusión, es una expropiación encubierto que se está haciendo, porque no están tratando de sacar del ajedrez porque ya no servimos para lo que fuimos creados", añadió.
"Esta ley causó el desconcierto de muchos en el establecimiento, porque echa por tierra el proyecto educacional que hemos mantenido durante muchos años; porque nosotros perfectamente podríamos haber invertido en otro tipo de actividad, pero decidimos educar y no hemos hecho nada de lo que la ley no nos permitiera hacer; pero ahora nos están cambiando abruptamente las reglas del juego, porque yo estoy a favor de la gratuidad, pero la transición a ello debería haber sido de otra manera", expresó el sostenedor del Colegio Montessori, Juan Vega.
Mientras uno de los sostenedores de la Sociedad Educacional Colegio Calama, Roberto Rodríguez, mencionó que ellos deben analizar todos los alcances de la ley para recién iniciar un proceso de toma de decisiones. "La Ley tiene muchos puntos complejos de interpretar en primera instancia, por lo tanto, tendremos reuniones de trabajo durante esta semana para visualizar cómo nos afecta; ya que la Dirección Provincial hizo una presentación pero no satisfizo todas las dudas que se tienen sobre esta nueva normativa", añadió.
Los tres establecimientos no han decidido en qué se convertirán en un futuro, porque esperan que se de alguna oportunidad de mantenerse. "Esperamos encontrar una salida, por ello el Colegio San Nicolás esperará hasta fines del 2017 para recién decidir en qué nos transformaremos, porque nosotros hemos invertido en nuestro establecimiento y hemos entregado las mejores herramientas a los niños, además la subvención nos obliga a becar estudiantes y tenemos actualmente 120 alumnos con este beneficio, los cuales dejarán de tener esta posibilidad una vez que entre en vigencia la ley. Además, la subvención que nos da el Estado es muy supervisada y sólo tenemos 11 ítemes donde gastarla; lo que no contempla muchos otros gastos que debemos hacer como establecimiento", argumentó Pamela.
Juan Vega, también dijo que "los más perjudicados con estos son los apoderados y los alumnos, porque al final yo puedo pasar a privado o convertirme en fundación, pero qué pasará con quienes confiaron en nuestro proyecto educativo y al final, la clase media será la más perjudicada con todo esto. Ya que el nuevo sistema de ingreso cambia y no siempre el niño quedará donde sus padres desean, sumado a que para sostener a los establecimientos deberán tener mayor cantidad de alumnos para recibir más subvención del Estado; provocando que existan más estudiante por sala, siendo que actualmente yo tengo máximo 36 niños por curso, esto sumado a que un profesor actualmente en el sistema público están reventados y no tienen ni horas de planificación, mientras que el sistema subvencionado poseen esta garantía y ganan más de un millón de pesos por lo menos en mi colegio".
El sostenedor del Colegio Río Loa, Jorge Alvarado, expresó una opinión muy distinta y mencionó su acuerdo con la Ley, porque ello no cambia su proyecto educativo que es gratuito y sin copago, por ello piensan traspasar el inmueble a la nueva fundación educacional que serán.