Es un tema que todos discuten pero que hace años que no tiene solución alguna. Han llegado dineros por traspasos, durante años se estuvo en buen pie con los aportes de CDF, se gastaron millones en planteles que finalmente terminaron dejando al equipo en la Primera B. Y el único aval financiero del club, las series inferiores sufren semana a semana jugando un una cancha sintética de pésimas condiciones, una que para la gran mayoría de los futbolistas es "una alfombra".
Los 480 millones de pesos que llegarán por concepto de venta de Charles Aránguiz -uno que salió de las divisiones menores y perfectamente podría ayudar a potenciar esas series- no contemplan invertir en la gastada cancha sintética, una que durante la semana recibe los entrenamientos y partidos de la sub 17, sub 19, escuela de fútbol e incluso, partidos de la Liga Exótica.
"La última vez que vi que alguien pidió una mantención a la cancha fue Nelson Acosta" comenta César Bravo, entrenador de la sub 19 que durante esta semana se irá a practicar con su serie al fabuloso campo de la Villa Ayquina, un ejemplo de cómo se debe tratar una cancha de esta superficie.
Luis Herbas, presidente de la liga Ayquina sostiene que "la inversión para mantener una cancha así no es tan grande como para que un club profesional no pueda garantizarla. Nosotros tenemos la disposición que vengan acá porque sabemos que la que tienen ellos es hasta peligrosa porque genera lesiones musculares graves".
inversión
Dos de los grandes jugadores del primer equipo hoy, Iván Ledezma y Fernando Cornejo saben lo que es estar durante años jugando en el precario campo de juego.
"Era complicado porque cuando uno quería frenar podía lesionarse fácilmente. Además, es dura y no recomendable para jugar porque uno sufre mucho en la planta de los pies y eso, generalmente provoca otras lesiones", comenta "Titi".
Cornejo asume que se debería invertir en ella. "Ojalá que hagan una nueva carpeta, que la mejoren porque ahí es donde juegan los que van a ser parte del primer equipo más adelante. Me tocó ver a muchos compañeros que estaban en un buen nivel y en su momento perdieron semanas recuperándose porque ahí cuesta jugar", dijo el canterano.
Tan preocupado como ellos está el entrenador del primer equipo, César Vigevani, quien fue a ver los partidos de la semana pasada ante Mejillones y quedó con una magra sensación.
"Lo hemos conversado y estamos viendo la fórmula con los directivos porque no debe ser fácil invertir pero nosotros tenemos que cuidar a nuestros jugadores. Hay jugadores como Patricio Troncoso o Johnny Ledezma que podrían estar rindiendo en el primer equipo pero deben estar trabajando en superar lesiones musculares o de ligamentos, como en el caso de Troncoso que no se ha recuperado de su problema a la rodilla. Es más, en la B se juega en canchas así y nosotros deberíamos tener una cancha nuestra en buenas condiciones donde poder preparar esos partidos".
César Bravo insiste en que "los jugadores siempre van a tener la disposición de jugar en la cancha que sea pero se supone que Cobreloa es un equipo que quiere vivir de la venta de jugadores y estamos dando una ventaja muy grande. No se han aprendido las lecciones de otras canchas de la comuna que sí están mantenidas, que tienen equipos especiales para cepillarlas y mantenerlas. La que tenemos nosotros está muy mala y no es algo que digamos nosotros sino que lo notan los equipos que nos visitan".
Se puede esperar que después de las últimas elecciones en Cobreloa hace dos años, donde todos los candidatos presentaron proyecto para mejorar las condiciones de unas series inferiores que rinden entrenando en una cancha precaria y con ropa vieja, alguien pueda cambiar ese mal antecedente, más con los dineros que se esperan para octubre por el traspaso de Aránguiz. "Sabemos que la cancha no está en las mejores condiciones y renovarla se hace necesario. Es un tema que analizamos y estamos tratando de conseguir recursos para renovarla", dijo.
480
millones de pesos llegarán al club por venta de Aránguiz a fútbol alemán. Una posibilidad de invertir.
300
millones cuesta aproximadamente una cancha nueva de pasto sintético de buena calidad.