Ausencia de obispo impide que se ordenen sacerdotes y diáconos
Hace ya un año y 5 meses que la Diócesis de Calama se encuentra si un obispo oficial. Luego que en marzo de 2014 se decidiera trasladar a Guillermo Vera a Iquique como el nuevo pastor de la capital de la región de Tarapacá.
Desde ese momento, en nuestra ciudad, ha asumido las responsabilidades de obispo el sacerdote Enrique Olivé, quien bajo el cargo de administrador apostólico trata de llevar a cabo todo lo posible para que la Iglesia siga avanzando en actividades y proyectos.
Orar
Enrique Olivé recalca que hay decisiones que se deben tomar bajo el cargo de administrador apostólico que podrían llegar a ser una dificultad. Por eso, pide a los fieles que recen para que pronto llegué un obispo a la Diócesis.
De la misma manera, pide orar por él para que pueda seguir realizando la misión de suplencia que sea provechoso para la ciudad.
"El obispo es el sacerdote que tiene la misión de guiar la Iglesia, que es templo de Dios, en un pueblo. Debe ser el pastor de un pueblo y por eso la importancia de su presencia", dice Enrique Olivé.
Implicancias de ausencia
Para los fieles católicos es primordial contar con un obispo, ya que - como dijo anteriormente- el padre Enrique Olivé, es el pastor y la cabeza de un pueblo que los guía a seguir por el camino correcto de la evangelización.
En cuanto a las implicancias de su ausencia recae esencialmente en que no se puede llevar a cabo el sacramento del orden en nuestra ciudad.
Este alude a que no se pueden ordenar sacerdotes ni diáconos hasta que llegue un nuevo obispo.
Si bien el sacramento de la confirmación, que también lo realiza sólo el obispo, lo lleva a cabo el administrador apostólico, quien incluso - si no puede ir hasta alguna parroquia a celebrarlo- lo puede delegar a otro sacerdote, sin embargo, el sacramento del orden es exclusivo para el obispo.
Por eso los postulantes a diáconos están esperando la llegada del obispo para ser nombrados, ya que serán sus directos colaboradores, por lo que se hace cada vez más necesario la llegada de un nuevo guía para la comunidad católica de la ciudad.
Proceso
El proceso de nombramiento de un obispo es bastante largo. En primer lugar, los obispos de Chile entregan nombres de posibles candidatos, luego de escoger uno de éstos se envía a Roma donde una comisión decide, estudiando la situación y a la persona propuesta.
Sin embargo, entregar candidatos es algo bastante dificultoso.
Según Enrique Olivé es necesario tener en cuenta la cultura de la Diócesis donde va a asumir el sacerdote como obispo.
"Hay lugares donde hay mucha presencia de universidades católicas y el obispo debe ser idóneo para eso o lugares donde la religiosidad popular es más fuerte. No sólo se trata de buscar capacidades intelectuales o de bondad, sino que deben tener la capacidad de adaptarse al lugar donde dirigirán", dice el padre Olivé.
Según el administrador apostólico, no necesariamente debe ser alguien del norte, pero sí que conozca y sepa adaptarse a la cultura nortina que es muy distinta a la de la zona central y a la del sur.