Chocaron reja de un convento y luego huyeron del lugar a pie
Éste es un hecho cuyo desenlace es inusual y hasta poco creíble, porque cuesta dar crédito a la solidaridad de una familia que también, se supone, fue víctima en esta situación.
Todo ocurrió durante la madrugada de ayer, específicamente a las 4 de la madrugada. Parecía una noche tranquila, como todas en el convento de curas Pedro Nolasco de Calama, ubicado en calle Cobija, sin embargo, nada más alejado de la realidad.
A esa hora, un vehículo Kía, color rojo, impactó a toda velocidad la reja del recinto religioso, ingresando por lo menos 7 metros al antejardín del lugar. Sólo la loca carrera del móvil terminó cuando éste chocó con un árbol.
Según los testigos del hecho, dos individuos bajaron del automóvil y, en lugar de quedarse ahí esperando que saliera alguien de la casona de sacerdotes, arrancaron por el pasaje Chinchilla, con destino desconocido, dejando el móvil botado y en muy malas condiciones.
En ese momento, salió aterrorizada de la casa, por el estruendo que produjo el choque, la encargada de cuidar el lugar, quien se identificó como María. La mujer, incrédula por lo que estaba viendo, se acercó al vehículo y se dio cuenta que no había nadie en su interior.
testigos
Luego, los testigos le dijeron que los dos involucrados en el choque habían huido. Así las cosas, decidió abrir el vehículo, encontrándose con que éste tenía en su interior toda la documentación de sus dueños.
Ahí, llamó a los Carabineros, quienes llegaron raudamente al lugar. Les contó en detalle lo que había sucedido, en base al relato de los testigos, y los uniformados quedaron en ubicar a los dueños del automóvil.
Pasaron varias horas, vale decir, ya era la mañana de ayer, cuando llegaron los dueños del vehículo, quienes contaron a la encargada de la casona religiosa que les habían sustraído el móvil en extrañas circunstancias. Lo mismo le habían relatado a Carabineros sólo unos momentos antes.
Hasta ahí, todo resultaba más o menos lógico. Sin embargo, según contó la señora María, cuando Carabineros no lograba atar los cabos respecto a la veracidad del supuesto robo del automóvil, la misma familia que contó que le habían robado el vehículo, se comprometió a hacerse cargo de todos los daños que el choque produjo en la casona.
extraño
Tan cierta era la disposición que mostraron a costear, y no sólo eso, sino que instalar la nueva reja, pues la antigua no tenía arreglo, que durante la misma tarde de ayer varios muchachos jóvenes llegaron con los fierros arriba de una camioneta, para dejar montada la estructura, tal cual como era previo al choque.
De cualquier manera, la verdad de esta situación, que rompió la tranquilidad en este convento religioso, deberá ser investigada por los organismos especializados. Extraña tanta "bondad", ¿no?.