Cómo me gusta este mes, yo siento que nuestro optimismo y espíritu se levanta. Crece el entusiasmo y alegría para celebrar la llegada del aire primaveral. Nos ayuda el escuchar por doquier el sonar de las melodías tradicionales como " Agüita de Peñaflor " y otras que un día aprendimos en nuestra escuela y que las emisoras transmiten durante el día. Años atrás los 21 cañonazos nos despertaban y las bandas de músicos recorrían el poblado para que todos nos preparáramos para ir al desfile.
Vestíamos nuestros delantales, zapatos, ternos nuevos, guiados por nuestros profesores y marchábamos orgullosos, delante de nuestros padres.
Esperábamos en las tarde, participar en la competencia de juegos que se han realizados por más de 100 años en nuestra ciudad; como la subida al palo encebado, la carrera de los pies ensacado, tirar la cuerda, elevar los volantines y espera el anochecer para ver los juegos artificiales.
Hoy día vemos por doquier banderas en tiendas, ferias, también adornos tricolores, trajes de huasos y chinas para que los niños los usen en sus veladas dieciochenas donde nos hacen recordar parte de nuestra historia, como la Declaración de la Independencia un 18 de Septiembre de 1810.
Las ramadas hechas aquí con muy pocas ramas, están ya casi terminadas para ser inauguradas y bailar el primer pie de cueca por las autoridades.
Como todos los años, las familias nos preparamos para visitar las fondas donde se sirven nuestras comidas tradicionales, como las empanadas, asados, cazuelas, ensaladas de tomate y cebollas. Un rico pan amasado y para beber hay bebidas y tragos hechos con los exquisitos vinos que producimos y exportamos con tanto éxito a América, Japón, Inglaterra. La chichas y vinos pipeños ya los trajeron los chicheros de Los Andes.
En esta fiesta bailamos principalmente la cueca acompañada con arpas, guitarras, acordeones amenizados por conjuntos musicales y a veces con cantores del campo. Esperamos que este año escuchemos mayormente música chilena y así poder mostrarles a los extranjeros y turistas como celebramos nuestro aniversario en Calama de Chile.
Nancy Monterrey Caro,
Escritora chuquicamatina