La Haya
Luego de esperar largos meses sobre el pronunciamiento de la Corte de la Haya en relación a la demanda boliviana contra nuestro país, hemos sabido lo de siempre. Todo se ha hecho mal desde el principio. Aceptar la demanda fue el error principal, luego hacer creer a todos los chilenos que teníamos la razón, para salir ahora con que tenemos la obligación de acercarnos a Bolivia y definir una salida soberana al mar.
¿Y la sangre vertida por nuestros soldados en la Guerra de Pacífico fue en vano? No entienden las autoridades que a La Haya le conviene dilatar este ominoso trámite para acaudalar sus arcas. ¿Cuánto dinero tendrá que poner Chile ahora para contrarrestar en parte todo lo mal realizado?
Renato Norero Valenzuela
La Haya II
De acuerdo a una vieja tradición republicana las relaciones exteriores de Chile siempre se han tratado con unidad nacional, con el apoyo transversal de todas las fuerzas políticas. Así fue como sucedió con la controversia con Perú, y es dable que asimismo suceda en el caso con Bolivia.
No obstante, ante el rechazo por 14 votos contra 2 de la excepción preliminar interpuesta por Chile relativa a la competencia de la Corte Internacional de Justicia, nuestro país se verá obligado a enfrentar un juicio que durará al menos 3 años. Así las cosas, es justo y necesario que los chilenos nos preguntemos si MEO, quien ha sido abierto partidario de entregarle a Bolivia salida soberana al mar, ¿entenderá juzgado el destino de ese mar que tranquilo nos baña y promete un futuro esplendor si llegara a ser Presidente de Chile?
Javier Molina Cepeda
Senador Pizarro
El senador Jorge Pizarro ha hecho muestra de algo que George Orwell muy bien expresó al criticar al igualitarismo socialista en su novela Rebelión en la Granja: "Hay animales más iguales que otros". Su caso refleja claramente la simbiosis entre un discurso que promete igualdad y, a la vez, tergiversa la función de los legisladores al colocarlos como paladines contra las "injusticias" mediante la ley.
Así, el senador DC es más igual que el resto, paradojalmente, gracias un discurso contra la desigualdad que le confiere poder para implantar la fraternidad a costa de otros.
Jorge Gómez Arismendi
Confianza e inversión
Lo que ocurre hoy en nuestro país es un claro ejemplo de cómo y cuánto influye en los resultados de la Economía la confianza que tengan los inversionistas acerca de la rectitud y la estabilidad de las regulaciones fijadas por el gobierno y de la forma en que estas se modifican en el tiempo.
Las políticas públicas y la probidad funcionaria definen el nivel de confianza-país, condicionan la generación de expectativas y determinan la disposición a invertir de las empresas, sin perjuicio de la influencia de las variables financieras y las externas.
Las declaraciones del gobierno pueden generar expectativas positivas e inducir inversiones de muy corto plazo. Sin embargo, serán los resultados finales de la Economía los que determinarán el camino de los inversionistas.
Si la economía crece sana y estable se invertirá con carácter de mediano y largo plazo. De lo contrario, retrocederá la confianza-país ocasionando una caída en la inversión y en la producción.
No es fácil recuperar las confianzas dañadas, con el agravante de que en esos casos las malas señales, al reinstalar la desconfianza, causan mayores retrocesos en la economía del país.
Jaime Salazar Rojas
Adopciones
Al parecer el país perdió el rumbo en materia de protección a la infancia. El nuevo proyecto de Ley de Adopción no refleja cuáles son los móviles que se tienen en vista al momento de legislar.
Todas las políticas públicas y personas que han trabajado el tema están de acuerdo con que las nuevas indicaciones que hace el Ejecutivo, son un contrasentido.
Alicia Castillo Saldías