Adviento
Necesitamos hoy líderes sencillos, dependientes de los clamores ciudadanos, veraces.
Iniciamos la marcha hacia la Navidad, una hermosa celebración que nos recuerda el gran amor de Dios por su creación, al darnos a su Hijo Amado para nuestra salvación.
Destaca en este periodo la figura del profeta Juan, llamado el bautista por el tipo de ministerio y la forma como lo ejerció a orillas del río Jordán. Un enviado de Dios para preparar el camino del Señor. Así lo mencionan los 3 Evangelios sinópticos (San Mateo 3, San Marcos 1, y San Lucas 3). Profeta que nace de una manera sobrenatural de padres ya ancianos (San Lucas 1:5-25; 57-80) y asume su misión con tal responsabilidad, humildad y sentido de entrega total a los planes y disposiciones de Dios.
Juan nos invita a prepararnos para la Navidad, pero su persona es llamativa y deseo ver algunos detalles con ustedes. Veamos: nunca ejerció el ministerio que por herencia le correspondía, asumiendo que eso limitaba su dependencia de Dios (esto muestra su humildad y total dependencia de Dios). Fue directo y firme ante los pecados de sus semejantes y no trató de suavizar su mensaje "para no herir susceptibilidades" (San Lucas 3:1-20) aun cuando esto le costo la cárcel y posteriormente la vida (esto muestra sus firmes convicciones). Nunca trató de asumir funciones o ministerios que no le correspondían, siempre dijo que solo era un mensajero y que su bautismo era limitado comparado con el del Señor Jesús (San Lucas 3:15-17), esto muestra su sencillez y pureza de corazón.
Líderes como Juan el bautista necesitamos hoy, sencillos, ubicados, dependientes de los clamores ciudadanos, veraces y con fuertes convicciones que no se cambien ante las ofertas del dinero, la fama o el poder. Que anuncien mejores días para nuestra sociedad y busquen el beneficio de los demás antes que el suyo propio. Y este liderazgo deben asumirlo todos los cristianos en el lugar donde esté: casa, trabajo, barrio, ciudad, etc.
El mundo necesita ver a los hijos de Dios viviendo lo que predican, para asumir que el Reino de Dios está en medio nuestro.
Jesús Aranda Valverde
Pastor Evangélico