Pese a esto, cada año nos asombramos por las profundas diferencias de los puntajes PSU entre establecimientos particulares y municipales. Lo asombroso, sin embargo, son aquellas brechas que ya se encuentran instaladas y que, aunque nos molestan y no asumimos desde nuestra vereda de clase media, tendemos a reproducir de forma cotidiana.
Comprendernos como sociedad será siempre relevante para avanzar hacia aquellas transformaciones sociales que permitirán hacer de Chile un país desarrollado. Y no sólo en términos macroeconómicos o en comparación a naciones vecinas, sino desarrollado también en convivencia y trato entre nosotros.
En ese sentido, la adscripción a una clase social marca diferencias, hace "visible lo invisible" de la desigualdad que existe en el país. "Pertenecer" a un grupo social no sólo incluye/excluye a las personas a ciertos espacios de acuerdo a su nivel de ingreso, también determina sus relaciones sociales en cuanto al trato, la dignidad y las formas de convivencia. Así, el respeto y la confianza hacia "otros" está marcada por dónde vivimos, dónde estudiamos y una serie de otros "signos" de clase que agudizan la estigmatización y la falta de oportunidades -reales- de un importante sector de nuestro país.
Las cifras son claras y difíciles de ocultar. El desafío está en dejar de asombrarnos y comenzar a actuar.
Vida de pareja
Como matrimonio, también salen juntos, pero porque es necesario. Tampoco van tomados de la mano como antes. Cada uno por su lado, pues ya no comparten los mismos gustos. A ella le interesa la última moda y a él la última tecnología. En todo caso, el verdadero drama conyugal se presenta a la hora de hacer las compras en el supermercado; él toma una canasta, pero ella rápidamente la cambia por un carro, el que por arte de magia en pocos minutos está lleno y cuya mitad de las cosas no formaban parte de lo presupuestado, situación que hace tambalear a la socorrida tarjeta de crédito.
La tensión se agudiza, cuando después de pagar, hay que cargar las bolsas. Por supuesto que el damnificado es él. Sale más cargado que un "ekeko", mientras ella porta solamente su atigrada cartera.
De regreso a casa y debido a los tira y afloja del supermercado, hablan lo preciso y a la hora de irse a descansar, ella en una orilla y él en la otra, se despiden con un "buenas noches" menos creíble que un funcionario de la FIFA.
Nuevos chalecos
Homenaje
Proyecto responsable
Libertad de Culto
Además, que estoy seguro que todos estos gestos traen un bien para toda la sociedad.
Recientes estudios sobre la sociedad chilena y las nuevas configuraciones para la clasificación socioeconómica, muestran la diversidad de la clase media y lo difuso de sus límites. Pero además muestran lo frecuente que es que los chilenos nos consideremos como parte de este grupo social: ni los más ricos, ni los más pobres.
Marcela Flotts D.
Salir de compras con la polola o novia, era un agrado y se buscaba cualquier pretexto para hacerlo. Sin embargo, cuando la polola o novia se transforma en esposa, la situación sufre un giro de 180º.
Jorge Valenzuela Araya
El 1 de enero comenzó a regir la ley que obliga a tener chalecos reflectantes en el vehículo, y he visto que algunos venden chalecos que no cumplen con las exigencias de la normativa, ya que deben tener también franjas reflectantes. Los consumidores que no saben que esos implementos deben cumplir ciertos requisitos, por lo que hay que informarse antes de comprar.
José M. Zambrano
Rindamos un homenaje a la primera mujer que fue ministra de Estado en Chile y América Latina, fallecida recientemente en Viña del Mar, doña Adriana Olguín de Baltra.
Renato Norero Valenzuela
Así como hay un proyecto de ley sobre tenencia responsable de mascotas, debería redactarse uno de tenencia responsable de hijos, para sancionar a los padres que los dejan vagar y delinquir todo el día.
L. Felipe Espinoza
Cada vez veo una mayor presencia de los llamados ateos y agnósticos que se molestan por el pesebre de La Moneda u otras manifestaciones religiosas. A ellos llamaría a ser tolerantes y pensar que hay quienes respetamos estos simbolismos y los agradecemos cuando vienen de nuestras autoridades.
William Leyton