Partió juicio contra Celso Tapia por estafa en terrenos de exfinca
JUZGADO. Abogados presentan antecedentes para demostrar que se vendieron esos sitios y sus propietarios, la mayoría ancianos, no recibieron ningún pago por ellos.
Comenzó el juicio contra Celso Tapia, antiguo administrador municipal acusado de vender 11 lotes de terrenos que se emplazaban en el sector de la ex Finca San Juan y que pertenecían a antiguos trabajadores de Codelco, los que en su mayoría ya fallecieron.
El proceso que comenzó ayer, será de largo aliento, puesto que se expondrán pruebas y testimonios hasta el próximo viernes en primera instancia, quedando la opción de extender las jornadas hasta la próxima semana. En el Primer Juzgado Oral en lo Penal comenzó la dimisión en torno al caso que se gesta desde 2010, cuando el grupo de propietarios firmó unos mandatos que autorizaban la venta de sus inmuebles al acusado.
Historia
Con cuatro abogados y el fiscal Eduardo Peña, se intenta definir las culpas penales que tiene el acusado por el delito de "apropiación indebida", reconstruyendo ante los jueces los antecedentes que llevaron a esta instancia.
Según lo dispuesto por la parte querellante, los afectados aprovechando el notable incremento de precios que la especulación inmobilaria generó en Calama, intentaron vender sus terrenos en un valor acorde a su buena ubicación. Allí, es cuando apareció Tapia, quien ofreció a los propietarios la oportunidad de vender como grupo a un valor que llene sus expectativas.
La firma de los mandatos se efectuó en 2010, estos poseían cláusulas muy particulares, aparentemente debido a la avanzada edad de los mandantes. Una de ellas, es que los documentos eran irrevocables y no tenían fecha de vencimiento. Mientras que Celso Tapia tenía la facultad de definir precios, realizar la venta y los traspasos al nuevo propietario, lo que ocurrió en 2012.
El fiscal Eduardo Peña, quien lidera el proceso, manifestó que la venta se efectuó en forma normal, pero los ancianos no recibieron su pago. Además, se estipuló un valor mínimo de venta de 2,8 Unidades de Fomento (UF) por metro cuadrado, transacción que terminó en un precio de 8,9 UF el metro cuadrado. Dejando la diferencia en calidad de comisión para Tapia.
A pesar de la enorme ganancia que percibiría el acusado, los abogados expusieron que ninguno de sus clientes recibió algún pago o anticipo por el concepto de venta. Enterándose de la transacción por el Conservador de Bienes Raíces, donde se informaron que ya no eran los dueños.
Al saber de la venta, el grupo de pobladores -o a esta altura sus herederos- intentó dar con el paradero de Tapia y su abogado asesor. El primero desapareció cerrando su oficina, inhabilitando su teléfono, entre otras medidas evasivas, mientras que el profesional se disculpaba en nombre de su cliente.
Finalmente, el accidente de uno de los hijos de Celso Tapia, permitió que la PDI diera con el acusado en una clínica de Santiago, para trasladarlo hasta Calama e iniciar esta semana con el proceso judicial.
Por parte de la defensa de Tapia, se intenta probar que el negociado que realizó su cliente con era un tema entre privados y que no corresponden por ello penas carcelarias. Además, que existen incumplimientos de parte de otras instituciones que no permitieron un buen fin del negociado, alegando que Tapia tiene experiencia en otras 300 ventas.
1967 fue el año de transferencia de terrenos de la Anaconda a sus trabajadores.
488 mts.2 medían en promedio los paños vendidos a un valor de 8,9 UF el m2.
2,8 UF fue el valor mínimo establecido para el metro cuadrado en los mandatos.