Más de cinco décadas de trabas impiden desarrollo de finca San Juan
TERRENOS. Fueron entregados para viviendas, pero el municipio de la época exigía la urbanización. Años más tarde los propietarios fueron estafados.
En la década del 60 los terrenos de la exfinca San Juan fueron traspasados de la American Exploration Company (actual Codelco) a un grupo de trabajadores para que pudieran construir sus viviendas.
La meta original nunca pudo concretarse, en gran medida por las trabas que puso el municipio, el que temía que se convirtiera en una toma en pleno centro de la ciudad. Por eso, se les exigió que urbanizaran el sector, un costo que no podían asumir a pesar que intentaron reunir el dinero.
Han pasado más de cincuenta años y este lugar sigue siendo tal eriazo como al comienzo, salvo por algunas construcciones y también un polo de atracción, no sólo por su pasado, sino por lo que significa para el futuro de la comuna.
Hechos
Lamentablemente, los propietarios de estos terrenos no sólo no pudieron construir sus viviendas, sino que también, un número considerable, se vio envuelto en una estafa, gracias a la presencia del administrador municipal que existió en la época del alcalde Edwin Rowe, Celso Tapia.
Este sujeto los convenció sobre sus contactos con grandes empresarios del país para vender los sitios y si bien algunos sospechaban que Tapia había "metido las manos" en la administración de Rowe, igual terminaron firmando y ayudando a contactar a más propietarios.
El precio mínimo de venta fue fijado en 2,8 UF el metro cuadrado. Tapia ganaría como comisión todo lo que recaudara por sobre ese valor.
La primera vez que uno de los propietarios, Tomás Pizarro (82) vio a Celso Tapia, fue en una reunión en 2006. "Se presentó como un hombre muy versado en la historia de la finca y dijo que sabía cómo venderla a buen precio, todos le creímos y estábamos contentos, porque el hombre tenía buena labia".
En un par de años se vendieron los primeros terrenos y los expropietarios recibieron sus pagos sin problemas.
Pero cuando llegó el turno del grupo donde justamente estaba Tomás Pizarro, empezó la pesadilla.
Hasta el día de hoy ha visto un peso. "Nos decía que esperáramos, que fuéramos pacientes, porque los vale vista estaban, pero habían sido mal cursados. Un día desapareció, fuimos a su oficina y estaba cerrada. El abogado que lo ayudaba, que también trabajó en la municipalidad, se lavó las manos".
Tras estafar a un número considerable de propietarios, la Brigada de Delitos Económicos de la PDI buscaba al exadministrador desde fines de 2012, cuando las familias se dieron cuenta que no recibirían su dinero y pusieron la denuncia.
El juicio que debió enfrentar hace unas semanas fue sólo por un grupo, pues aún existen otras familias que no saben con certeza qué ocurrió con sus terrenos, por lo que el camino que queda por recorrer en busca de la verdad aún es largo.
Búsqueda, detención y juicio
Tapia estuvo 3 años prófugo, hasta que en enero de 2015 fue capturado en la Clínica Alemana de Santiago mientras visitaba a su hijo de 19 años, quien provocó un accidente en la Costanera Norte en que murió un estudiante que había obtenido hace pocos días puntaje nacional en la PSU. El exadministrador fue sentenciado a 15 años de presidio efectivo por 12 delitos reiterados de apropiación indebida -de los cuales ya pagó un año por el tiempo en que estuvo detenido a la espera del juicio- y una multa de 30 Unidades Tributarias Mensuales.