Directora de "Rara" dice que está "en la nubes" tras debut en Berlín
CERTAMEN. La cinta de la chilena Pepa San Martín y "Las plantas", de Roberto Doveris, compiten en el festival.
El que acaba de pasar fue un fin de semana importante para dos debutantes del cine chileno. Las cintas "Rara" de Pepa San Martín y "Las plantas" de Roberto Doveris, fueron exhibidas en el Festival de Cine de Berlín como parte de la competencia de la sección Generation, dedicada al cine infantil y juvenil.
"Rara", que compite en la categoría que premia a la mejor cinta debutante, está inspirada en el caso de la jueza chilena Karen Atala.
La película narra la historia de una adolescente, Sara, interpretada por Julia Lübbert, y su hermana pequeña, que viven con su madre (Mariana Loyola) y su novia (Agustina Muñoz), en una familia homoparental que se ve amenazada cuando el padre de las niñas interpretado por Daniel Muñoz, inicia un juicio por la tuición.
"Los niños no nacen con prejuicios, los van adquiriendo a medida que van creciendo", dijo la realizadora, que se confesó "un poco en la nubes" por la acogida del público de Berlín.
La protagonista es una niña de 13 años "que está empezando a morder, a alimentarse de estos prejuicios" y a darse cuenta de que lo que a ella le parecía normal ahora la sociedad le hace sentir que es raro, explica.
"Por eso el nombre de la película. No es que ella sea rara, en el fondo es la sociedad la que es rara y se va haciendo cada vez más rara a medida que vamos creciendo", explica San Martín.
La cineasta destaca que para ella "el cine es una herramienta importante para humanizar las leyes" y que en Chile "aún no hay una igualdad".
"Las plantas", narra la historia de Florencia, de 17 años, interpretada por la cantante y actriz argentina Violeta Castillo, quien debe hacerse cargo de su hermano mayor que está en estado vegetal. Ahí descubre un cómic llamado "Las Plantas" sobre la invasión de espíritus vegetales durante la luna llena y comienza a explorar su sexualidad a través de internet.
Doveris explica que su objetivo era "retratar cómo una chica a través de una ficción que es el cómic puede empoderarse, ver su realidad desde distintas formas y hacerse preguntas metafísicas, preguntas filosóficas de profundidad", como la de si un cuerpo sin consciencia tendrá alma o no.