El carabinero David Valdés Parra, de 23 años, fue encontrado muerto en casa de su polola en Calama, el 12 de junio de 2010. La causa del deceso habría sido asfixia por ahorcamiento, con lo cual la justicia determinó en su momento que se trató de un suicidio. Sin embargo, la madre del uniformado, Jeanette Parra, dice tener evidencias de que su hijo fue asesinado.
"No creemos en la tesis de suicidio porque hay contradicciones, por ejemplo, en la vestimenta que él llevaba al momento del suceso. El dictamen administrativo dice que encontraron un bulto azul, y otras informaciones dicen que él llevaba polera blanca, bermudas y zapatillas", comenta Parra.
Además -agrega- "borraron mucha información desde su computador y eliminaron su cuenta Hotmail. Los registros indican un inicio de sesión el día siguiente de su muerte y cambio de clave el 17 de junio , luego de lo cual continuaron accediendo a su perfil".
Dentro de los antecedentes que la madre del fallecido tiene además, está el hecho de que no le entregaron su billetera ni su cédula de identidad, y en la morgue, al bañarlo, encontraron arena en su cabeza y una marca extraña en la cara.
"Hemos escuchado que mi hijo no murió en la casa que compartía con su polola y que lo mataron. Hasta hoy nosotros no hemos podido tener acceso al computador, y la polola en aquel entonces entregó un celular que era de mi hijo, bloqueado", dijo la madre.
Así, en los próximos días, la madre del carabinero muerto pedirá reabrir el caso para que se investiguen estos hechos que ponen en duda el motivo del deceso.
"Problemas no tenía mi hijo porque siempre estábamos en contacto, pero yo pienso que mi hijo vio algo que no debió haber visto y por eso lo mataron", dice Jeanette Parra.
Ella, al igual que otras personas, es parte de la agrupación "Familias por el derecho a la verdad", que reúne a familiares de uniformados muertos en extrañas circunstancias.
"Acá, en la Octava región nos hemos reunido con los padres del militar del Regimiento Topáter de Calama, Ismael Quintul Salgado, de 22 años, quien también murió en extrañas circunstancias, al igual que dos grumetes de acá de la Octava región, entre otros", dijo finalmente Parra.
En los próximos días la agrupación "Familias por el derecho a la verdad" solicitarán la re apertura de los casos para lo cual contarán con el patrocinio del abogado del senador Alejandro Navarro, quien ofreció su ayuda y colaboración para que estas familias puedan exigir nuevas diligencias que permitan esclarecer las circunstancias en las cuales sus hijos fallecieron.
Todos los integrantes de esta agrupación son familiares de uniformados pertenecientes a las Fuerzas Armadas y de Orden Público, quienes supuestamente se suicidaron.