Meruane
Me dio pena Meruane, pero en una de esas quien no dice que la tercera es la vencida. ¿O es muy tonto lo que estoy diciendo?
José Silva
Trump y Farkas
Apenas se escucharon voces con la posibilidad de tener a Leonardo Farkas como futuro aspirante al sillón de La Moneda, de inmediato la Familia Política & Asociados, los de aquí con los de allá, manifestaron su nerviosismo.
Luis Soler Milla
Políticos
¿Cómo la gente no va a desilusionarse de la política? Si todos estos nuevos partidos nacidos desde los "tradicionales", están igual de manchados con las malas costumbres de los partidos más grandes, son los mismos, pero con otro nombre. No podemos pensar en una nueva generación de políticos, si la palabra política dejó de tener sentido para la mayoría de los chilenos.
Estefanía Alvarez
Constitución
La Constitución que nos rige fue modificada y promulgada por el Presidente Ricardo Lagos Escobar el 17 de septiembre de 2005, quien expresó en dicha oportunidad: "Tenemos hoy por fin una Constitución democrática, acorde con el espíritu de Chile, del alma permanente de Chile, es nuestro mejor homenaje a la Independencia, a las glorias patrias, a la gloria y a la fuerza de nuestro entendimiento nacional".
Ahora bien, Michelle Bachelet desea que los chilenos deroguemos esta Constitución. La lógica indica que mal podemos derogar o modificar algo que no conocemos, porque los chilenos "hemos leído la Constitución promulgada por el Presidente Lagos como para sentirnos autorizados a derogarla sin más, y sin siquiera saber cuáles son los cambios se le podrían hacer". Creo que no, y si la Presidenta desea que nos pronunciemos sobre el particular, lo primero que debería hacer es repartir el texto de la actual Constitución gratuitamente a todos los mayores de 18 años con el fin de que la conozcan. Sin embargo, el Gobierno está repartiendo el Constitucionario (engendro entre "constitución" y "diccionario") y llevando a cabo el proceso con un "Consejo de Observadores", que nadie sabe qué hacen, luego repartiendo folletos que constituyen el ABC de una Asamblea Constituyente, no de una nueva Constitución.
Insisto, lo primero que se debe hacer es averiguar si los chilenos desean cambiar la Constitución de 2005, previa entrega de una copia de ella. Si así no se hiciese ¿cómo podríamos cambiar algo que desconocemos? Pero Michelle Bachelet parece empecinada en poner la carreta delante de los bueyes: llamar a una Asamblea Constituyente primero, y consultar después si se deroga la Constitución.
Mauricio Pilleux Dresdner